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Poco trabajo para los rastreadores: dos contactos estrechos por cada nuevo caso

Un equipo de 29 vigilantes se comunica con las personas que han estado cerca de los nuevos infectados para indicarles que deben aislarse 14 días

edificios sin fiebre. LNE

Buenas noticias sobre la evolución de la desescalada en Asturias. Los nuevos infectados de covid-19 que se han diagnosticado en los últimos días en la región apenas han tenido contactos capaces de producir contagios a otras personas. En concreto, estos nuevos positivos han declarado, como promedio, dos relaciones estrechas (a menos de dos metros y durante más de 15 minutos) desde 48 horas antes del inicio de los síntomas de infección por coronavirus. Esta cifra, aún muy provisional como para elevarla a axioma, es considerada "muy asumible" para el equipo de 29 vigilantes que tiene la responsabilidad de controlar y atajar posibles repuntes de la pandemia en cualquier punto del Principado.

El protocolo indica que los contactos estrechos han de ser localizados, advertidos del riesgo y confinados en sus domicilios durante los 14 días siguientes a su última aproximación al nuevo diagnosticado. En este periodo, son seguidos desde su centro de salud y, en el caso de que muestren síntomas, su médico valorará la posibilidad de realizarles la prueba PCR.

La citada cifra ha de ser interpretada sobre la base de que los "rastreos" comenzaron el pasado día 11, lunes, con personas que ya presentaban síntomas de enfermedad y que estaban recluidas en sus casas. Además, ese fue el día de inicio de la fase 1, la que otorgó mucha libertad de movimientos en las calles y de reuniones en la casas, si bien las salidas a pasear y hacer deporte ya se habían iniciado el sábado día 2.

Con todo, hablar de una media de dos contactos cercanos es un dato alentador, a juicio de las autoridades sanitarias, que continúan insistiendo en la necesidad de respetar con rigor el distanciamiento social y el resto de medidas preventivas. Como contraste, cabe señalar lo sucedido días atrás en Seúl, capital de Corea del Sur, donde los vigilantes estaban tratando de localizar a unas 5.500 personas que habían visitado los locales de ocio nocturno en los que se había originado un nuevo brote de coronavirus.

El pasado día 11, y al igual que se hizo en el resto de España, la Consejería de Salud puso en marcha un cambio de protocolo en la detección y diagnóstico de nuevos casos de covid-19. Hasta ese momento, a las personas con síntomas leves que permanecían en sus domicilios se les hacía seguimiento telefónico. El lunes 11 arrancó una estrategia proactiva que comienza por realizarles "en un plazo máximo de 24 horas" la prueba PCR para determinar si están infectados. "Esta parte del protocolo la lleva cada área sanitaria", explica la enfermera Beatriz Braña, una de las coordinadoras del equipo nuclear que coordina y gestiona todo el operativo del sistema de vigilancia de contactos. Los otros tres son la enfermera Ana Baltar Barrio y los médicos Pablo Pérez Solís y Ana Fernández Ibáñez.

El operativo está integrado por cuatro coordinadores de área sanitaria, que tienen a su cargo un total de 29 vigilantes, con grupos que constan de entre 5 y 10 integrantes. El equipo lo constituyen enfermeras, médicos, sociólogos, administrativos... Además, hay otras 8 personas ya formadas que se sumarán al grupo cuando la situación así lo requiera. La mayoría de ellos son profesionales de la Consejería de Salud que han sido reubicados para realizar este trabajo. El resto, enfermeros internos residentes de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria.

El dispositivo de vigilancia entra en funcionamiento una vez que el paciente da un resultado positivo. "Entonces se activa el circuito de búsqueda de contactos", señala Beatriz Braña. De inmediato se da aviso a uno de los coordinadores de los vigilantes y se advierte también a la persona infectada.

El coordinador se comunica con el infectado y elabora la lista de sus contactos estrechos. A continuación, los vigilantes de ese equipo inician la localización de todos esos contactos, les informan de la situación y les indican que empiezan un periodo de cuarentena, y cómo deben hacerla. Desde su centro de salud, si se observan síntomas, valoran si hay que hacerles la PCR.

Este seguimiento dura 14 días durante los cuales se les hace un mínimo de tres llamadas. Y todo esto se registra. "Los datos de todos los positivos y todos los contactos ofrece una visión de la situación epidemiológica de cada área sanitaria y del global de Asturias, y de las medidas que eventualmente pueden adoptarse", asevera Beatriz Braña.

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