Las aerolíneas, que se vieron obligadas a reducir a la mínima expresión su operativa o, incluso, suspenderla completamente por la covid-19 están empezando a recuperar paulatinamente su programación, al ritmo del levantamiento de las restricciones y de la reapertura de las fronteras.

En las últimas semanas, ha habido un goteo de anuncios del reinicio de vuelos por parte de compañías como Lufthansa, Air France, Ryanair, easyJet, Condor, Latam, Emirates o la española Volotea, previsto por la mayoría de ellas para la segunda mitad de junio y principios de julio.

No obstante, Eurocontrol espera que ya en la primera quincena de junio, el tráfico en la red europea -que, desde que tocó fondo el pasado 12 de abril, con solo 2.099 vuelos, ha ido aumentando lentamente-, alcance 7.500 operaciones, con una tendencia a 8.000.

El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y director general de easyJet, Javier Gándara, ha señalado que el retorno no será posible antes de que se permitan movimientos interprovinciales e internacionales sin restricciones. En su opinión, la flexibilidad será clave en la reactivación del tráfico aéreo porque se sabe el número de pasajeros que habían comprado los billetes antes de la pandemia, pero se desconoce si habrá demanda adicional. A su juicio, todavía no hay una visibilidad para saber qué porcentaje de la capacidad planificado por las aerolíneas se ofrecerá al finalmente, aunque algunas lo han concretado en sus previsiones: Ryanair operará a partir del 1 de julio hasta el 40 % de su programa de vuelos habitual, mientras que Lufthansa ofrecerá a finales de junio 1.800 conexiones semanales a 130 destinos, un 14 % de las 13.000 previas a la pandemia. Air France aumentará progresivamente su programa hasta el 15 % del habitual a finales de junio, y se centrará en destinos interiores,