Que el coronavirus se bate en retirada parecen confirmarlo los datos que persisten en un alivio en el número de fallecidos tanto en España como en Asturias con respecto al inicio de esta crisis sanitaria que sacude al mundo. Aunque se desconoce si volverá a golpear con tanta fuerza como lo ha hecho y a pesar de que los datos que ofrece a diario Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ofrecen algunas dudas, lo cierto es que en Asturias las cifras siguen una buena tendencia: hay cuatro hospitalizados menos y no se ha sumado ningún contagio. Eso sí, hoy se sumó un nuevo deceso y son ya 310 los fallecidos desde el inicio de la crisis en el Principado.
Destacan entre los nuevos temas que van ganando peso en la actualidad el regreso de las actividades lúdicas y la preocupación por la economía. A lo primero está ayudando mucho el buen tiempo que acompaña a la región, que invita a ir a las playas y a ocupar las terrazas de los bares (siempre con las medidas de seguridad requeridas). Esto irá a más si se cumplen las previsiones y acercándose el fin de semana se superan los 30 grados en diferentes puntos de la región.
El otro tema, el de la economía, va para largo. Una de las grandes preocupaciones en Asturias es su industria y una de las más importantes es Arcelor Mittal, que está negociando con los sindicatos las condiciones de un ERTE. Hoy se ha decretado un periodo de tregua y los representantes sindicales han decidido desconvocar los paros que tenían previstos. Una y otra parte se han aceptado la propuesta de Servicio Asturiano de Arbitraje y Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec) para que ambas partes sometan sus diferencias a un arbitraje independiente.
Pero, aunque el virus ataca con menos fuerza, lo cierto es que sigue condicionándolo todo. Si ayer se confirmó que la pandemia va a impedir la celebración del Descenso Internacional del Sella, hoy se ha confirmado también que Oviedo da por perdidas tanto la fiesta de San Juan como la Jira del Naranco. En el aire queda aún algún resquicio de esperanza para al menos salvar una parte de las Fiestas de San Mateo del próximo mes de septiembre.
Mientras tanto, mientras la población trata de convencerse de que lo peor de la crisis sanitaria ya ha pasado, los profesionales sanitarios siguen trabajando diariamente para que el resto de la población pueda estar algo más tranquila. Los centros de salud han atendido en las dos últimas semanas a 1.500 personas con síntomas del coronavirus. En total desde el 1 de marzo hasta el 25 de mayo en los centros de salud de Asturias se han atendido 13.702 casos con sospecha de Covid. Un trabajo ímprobo para detectar lo más rápido posible al virus y evitar que se vuelva a descontrolar su propagación.
Y para eso es necesario hacer test y más test. Así, al menos, lo consideran los sindicatos, molestos por la forma en la que los funcionarios asturianos han regresado a su puesto de trabajo. Los representantes de los trabajadores consideran que los centros de trabajo de la Administración regional "no están preparados para el regreso" de la plantilla y consideran "indispensable" que se realicen test a todos los empleados públicos que vuelvan al trabajo presencial. Además, los servicios del Principado no consideran personal de riesgo a personas con patologías que sí están recogidas en la normativa nacional referida a este colectivo, como los afectados por hipertensión crónica o diabetes, denunció la vicepresidenta autonómica de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), María San José.
Otros que intentan volver con normalidad a sus trabajos son los futbolistas del Real Oviedo y el Sporting. En el club azul están ahora inmersos en una remodelación de la estructura, comandada por Frances Arnau, un director deportivo que va ganando peso en la entidad. Tras la marcha de Eduardo Rergis, responsable de la cantera, ahora el Oviedo tantea a un entrenador y exfutbolista azul para reforzar el organigrama técnico. Se trata de Paco Fernández, toda una garantía de sensatez.
El club rojiblanco, por su parte, va quemando etapas y en Mareo se ven cosas cada vez más parecidas a las de antes de que un virus lo parara todo. La plantilla se entrenaba hoy repartida en solo dos grupos, de 14 y 13 jugadores. Un paso más que sucede al trabajo individual y al realizado en grupos de nueve futbolistas.
Un día en el que Avilés despedía con todos los honores a uno de sus vecinos más ilustres: Marcelo Campanal, el que fuera central del Sevilla y de la selección española y un coleccionista de medallas en competiciones de atletismo para veteranos. Le despidió con cariño su ciudad, donde deja el ejemplo de alguien para el que el deporte no era una afición sino una forma de ser y de estar en la vida.
