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En la nube

Trump cambia los pilares de internet

Estados Unidos firma una orden para responsabilizar a las redes sociales de los comentarios de sus usuarios

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. REUTERS

Donald Trump le tiene ganas a las redes sociales. Es algo sabido. Repudia la tecnología, en general, porque no la puede controlar. Le declaró la guerra a las firma china de móviles Huawei y ahora se mete con las tecnológicas que habitan dentro de sus fronteras. Facebook y Twitter se han convertido en sus objetivos. Todo empezó el día que la red social del pajarito calificó como falsos varios tuits del presidente hace una semana. Se dio así el caldo de cultivo perfecto para el comienzo de la mayor batalla de la historia para controlar la comunidad digital.

¿Quién es responsable de lo que se publica en redes sociales? Esta pregunta está en la base del conflicto. Durante los últimos años los responsables de Facebook, Twitter o Youtube se afanan en dejar claro que ellos no pueden censurar la opinión ciudadana. Sólo se comprometen a cribar los asuntos más denigrantes: enaltecimiento del terrorismo, racismo, violencia o bulos y noticias falsas. En este último trabajo andaba Twitter cuando calificó como falsos varios tuits de Donald Trump sobre el voto por correo en California. Y el presidente, como suele pasar, estalló.

El jueves firmó una orden ejecutiva -sin trámite del Congreso- para cambiar uno de los pilares de internet desde 1996: las redes sociales o los blogs no pueden ser denunciados por lo que escriban sus usuarios. Su intención es que las plataformas digitales sí sean responsables de lo que se publica en sus espacios, al igual que lo hacen, por ejemplo, los medios de comunicación. En esta línea también trabaja la Unión Europea desde el año 2000. Pero Trump no anda con rodeos.

"Si fuera legal, si pudiera cerrarla legalmente, lo haría", ha dicho el presidente de Estados Unidos sobre Twitter. Para el mandatario norteamericano, "no existe un precedente en la historia de Estados Unidos en que un número tan pequeño de corporaciones controle una esfera tan grande las interacciones humanas". Lo que empezó como una guerra contra Twitter acabó reventándole también a Facebook, aunque no se metieron con los comentarios del Presidente en su red social. Mientras que el director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, defendía su derecho a señalar "la información incorrecta o cuestionada sobre las elecciones", Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, le atacaba por ello. Para él, las redes sociales "no deberían ser el árbitro de la verdad de todo lo que la gente dice en Internet".

La decisión de Facebook de ponerse del lado de Trump le ha costado una revuelta interna. Los empleados se negaron ayer a trabajar porque se sienten "profundamente decepcionados y avergonzados" por la actitud de la compañía ante los comentarios sin filtro del Presidente.

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