"Quizá he sido capaz durante mi trabajo de llegar a las personas y compartir con ellas la experiencia única que es la música". En la clave más humilde que podría esperarse de un compositor que va a pasar a la historia de la música, y sobre todo la música hecha para el cine, el italiano Ennio Morricone expresaba así su gratitud por la concesión del Premio "Princesa de Asturias" de las Artes. Un galardón dado a conocer hoy en Oviedo y que el compositor quiere recoger en persona: "Estaré feliz y honrado de conocerlos (refiriéndose a la Familia Real y los miembros de la Fundación) el 16 de octubre".

El premio se ha otorgado a Morricone conjuntamente con otro grande de la música cinematográfica, John Williams. Ambos darán el relevo en el escenario del teatro Campoamor a un reconocido hombre de la escena teatral, Peter Brook, premiado el pasado año.

"Hoy es un día para reflexionar y pensar en el camino recorrido, sentir con humildad y gratitud que, quizá durante mi trabajo, he sido capaz de llegar a las personas y compartir con ellas la experiencia única que es la música. Esto es lo que significa para mí el Premio "Princesa de Asturias" de las Artes", señala Morricone en sus primeras declaraciones tras recibir la notificación del premio por parte de la Fundación Princesa de Asturias. Morricone afirma que para él la música es una grandiosa forma de comunicación: "He elegido escribir música como una forma de comunicación. La música, de hecho, sin que haya nadie que la escuche, no tiene sentido. He trabajado toda la vida tratando de mejorar, intentando no estar nunca parado, de no sentarme jamás y mirar hacia atrás, a todo lo que he hecho. Tengo 92 años y veo que la Familia Real de España y la Fundación Princesa de Asturias quieren reconocerme con este prestigioso Premio", indica, agradecido.

Respecto a su compañero premiado, Morricone reconoce que "John Williams y yo hemos tenido un recorrido paralelo en nuestras carreras, compartiendo el mismo amor y compromiso hacia la música y hacia la música en el cine. Escribir música significa también vivir en una profunda soledad y concentración. Siento que con John comparto la misma ética y dedicación constante que nos convierte no solo en compañeros, sino también en hermanos".

John Williams

Williams es autor de partituras icónicas como las de las sagas "La guerra de las galaxias", "Superman" o "Indiana Jones". Su trayectoria está muy marcada por su estrecha colaboración con Steven Spielberg, de quién ha sido durante décadas su compositor de cabecera desde que en 1974 realizase la partitura de "Loca evasión". Su colaboración, apenas un año después, para "Tiburón" situó a ambos en la cima del cine de Hollywood. En medio siglo de carrera, Williams ha ganado cinco premios Oscar.

Ennio Morricone

Ennio Morricone pasa por ser el heredero de Nino Rota como el gran compositor italiano del cine. Su trabajo con Sergio Leone para la "Trilogía del Dólar", en la que sorprendió con sonidos inverosímiles a partir de aullidos, objetos reutilizados y el uso de la icónica arpa judía, le convirtió en el compositor favorito de toda una generación de cinéfilos. Las composiciones de películas como "Los intocables de Elliot Ness", "La misión" o "Cinema Paradiso" figuran entre sus obras más destacadas. Pese a su brillante trayectoria, no fue hasta que Quentin Tarantino lo reclamó para "Los odiosos ocho" que se ganó un más que merecido Oscar.

La dedicatoria de Morricone

Preguntado por la dedicatoria que llevará su premio, Ennio Morricone ha querido tener un recuerdo para su mujer, María, "que ha estado siempre conmigo. Sin ella, no habría tenido la tranquilidad para dedicarme a la música en este largo viaje que he vivido".

Este es el segundo premio "Princesa" que se da a conocer, tras la proclamación esta misma semana de que el galardón de la Concordia se concede a los sanitarios que han estado y están en la primera línea de combate contra la covid-19. Una comunicación que llevó a las puertas de los hospitales asturianos a muchos sanitarios para aplaudir y agradecer el honor. Hace un año ese premio se lo llevó la ciudad polaca de Gandsk,