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El RIDEA sin liquidez "ni para pagar el agua y el gas"

La consejera de Cultura se comprometió, en la clausura del curso de la institución divulgativa, a "colaborar en que mantenga su fortaleza"

En la mesa, Ramón Rodríguez y Berta Piñán, y en el círculo, José Antonio Álvarez Castrillón, durante la sesión de clausura de curso en el Ridea. FERNANDO RODRÍGUEZ

El Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) está económicamente al límite y así se lo hicieron saber ayer sus responsables a la consejera de Cultura, Berta Piñán, durante la reunión del Consejo General de la institución previa a la conferencia de clausura del curso. Ramón Rodríguez, su director, le explicó a Piñán que habían solicitado una ayuda de 16.000 euros a la Consejería de Hacienda porque "aunque parezca extraño no tenemos ni para pagar el agua y el gas". Tras el encuentro, la responsable de Cultura del Principado manifestó su total apoyo al instituto y prometió, "dentro de las posibilidades presupuestarias que tengamos, colaborar en que mantenga su fortaleza". "El RIDEA siempre ha sido una institución de la casa", manifestó Piñán en referencia a la relación de la institución con su departamento.

Ramón Rodríguez también urgió ayer a la Consejera a aprobar, de manera definitiva, la Ley del RIDEA, lo "que permitirá aumentar el número de miembros permanentes a cincuenta personas".

La institución divulgativa clausuró ayer el curso 2019-2020 con la lectura de la lección "De historia y memoria social de Asturias del Antiguo Régimen. La leyenda del desterrado", a cargo de José Antonio Álvarez Castrillón.

El ponente desveló el origen de la leyenda del desterrado, que narra el asesinato de un cura a manos de un noble en el Occidente asturiano. Castrillón encontró las referencias al pleito de mediados del siglo XVI y a partir de ahí logró "reconstruir la historia de la familia, las relaciones sociales y por tanto la organización feudal de la Asturias de la época". "Es como descubrir el original del Quijote", reconoció sobre el hallazgo de los documentos que relatan el suceso original sobre el que se fundamenta la leyenda, transmitida durante 500 años de forma oral por toda Asturias, especialmente en el Occidente.

La clausura del curso en el RIDEA estaba prevista para ayer desde el principio, así que no fue preciso modificar el calendario pero sí las condiciones de asistencia. El salón de actos fue ocupado por 42 personas que habían reservado plaza previamente, todas con mascarilla y manteniendo la distancia de seguridad.

Durante el acto hubo un momento para el recuerdo, dedicado a la memoria del historiador Luis González Novalín y al fundador del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, José María Naveiras, Pepe El Ferreiro, ambos miembros de número del RIDEA fallecidos recientemente. Entre las actuaciones que recoge el plan de actividades para el curso que viene, al que el Consejo General de la entidad dio ayer su visto bueno, figura la exposición conmemorativa de "Los Cuadernos del Norte", que tendrá lugar en el patio de su sede, en el palacio del Conde de Toreno, coordinada por Juan Luis Rodríguez-Vigil y Xuan Bello. Esta muestra quedó en suspenso por la crisis sanitaria y ahora se considera retomar.

También está previsto recuperar los ciclos de conferencias dedicados al bicentenario del trienio liberal y al Monsacro y las jornadas sobre el filósofo Ortega y Gasset y su vinculación a Asturias, entre otros actos divulgativos.

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