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Más del 85% de los niños y adolescentes sufrieron trastornos psicológicos durante la pandemia

Unicef alerta del impacto de la crisis sanitaria y socioeconómica en los menores españoles y pide una mayor inversión en salud mental

Más del 85% de los niños y adolescentes sufrieron trastornos psicológicos durante la pandemia

La pandemia de covid-19 y sus consecuencias económicas y sociales están provocando un fuerte impacto en la salud mental de los niños y adolescentes, alerta el comité español de Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Uno de los primeros estudios disponibles sobre el efecto emocional de la cuarentena en los menores de España e Italia, realizado por la Universidad Miguel Hernández de Alicante, revela que el 85,7% de los padres han constatado cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos, concretamente problemas de concentración, desinterés, irritabilidad, agitación, nerviosismo, sentimientos de soledad, inquietud y preocupación. Esos síntomas, según los investigadores, son más frecuentes entre los niños españoles, porque el confinamiento ha sido aquí más estricto que en Italia.

Para paliar ese efecto, Unicef urge a España a incrementar su inversión en salud mental, que, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), supone solo el 5 por ciento del gasto total en sanidad, a la cola de Europa, y a adoptar una Estrategia Nacional en Salud Mental, pendiente desde 2013, con un capítulo específico para la infancia.

España corre el peligro, según Unicef, "de no contar con medios adecuados para detectar y mitigar los impactos en la salud mental de la infancia y adolescencia de la crisis sanitaria, socioeconómica y educativa por la histórica infradotación de recursos destinados a los servicios de salud mental y apoyo psicosocial; la ausencia de una estrategia global; las diferencias entre comunidades autónomas; los problemas de coordinación y la ausencia de una especialización formal en infancia y adolescencia dentro de las áreas de psiquiatría y psicología clínica". Unicef considera que "la atención a la salud mental no debe quedar olvidada" y debe asegurarse en "colaboración estrecha con la Atención Primaria" y junto con una Salud Mental Infanto-Juvenil "reforzada".

Los primeros estudios realizados en China durante la pandemia de los que Unicef tiene noticia indican que la pérdida de rutinas y el estrés psicosocial están entre los principales factores que impactan psicológicamente en los niños.

"Muchos niños, niñas y adolescentes en España han estado y siguen estando expuestos a situaciones estresantes, traumáticas y dolorosas derivadas del confinamiento. El cierre de escuelas; la falta de la rutina habitual; la imposibilidad de esparcimiento al aire libre en compañía de amigos; el distanciamiento físico de los seres queridos; la pérdida de familiares; el desempleo y las penurias económicas familiares; la incertidumbre generalizada sobre el futuro; la exposición excesiva a noticias inquietantes y pantallas; la falta de información adaptada; la interrupción de terapias y tratamientos específicos, y la violencia y abusos en el ámbito doméstico son algunas de las que se han producido con mayor frecuencia", advierten desde Unicef España.

La psiquiatra y pediatra Azucena Díez, presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP), teme un aumento de la demanda de servicios de salud mental y apoyo psicosocial en la infancia y adolescencia tras el verano. "A los problemas socioeconómicos de muchas familias se unirán nuevos problemas asociados a la vuelta al colegio, además de fobias a salir o a relacionarse con personas fuera del entorno familiar", indica.

Pesadillas, rabietas y apegos, en los pequeños; aislamiento, apatía y desatención, en los mayores

Las reacciones de los niños durante la pandemia de coronavirus están siendo las comunes en las crisis humanitarias y, en general, en situaciones traumáticas. Los más pequeños tienen miedo a estar solos y a la oscuridad, pesadillas, regresiones, dificultades con la alimentación, más rabietas y apegos. En Primaria, son más frecuentes la irritabilidad, los problemas de sueño y alimentación, los dolores de cabeza y de barriga, problemas de conducta, el apego excesivo, la competencia entre hermanos y el retraimiento social. En la adolescencia, los síntomas más comunes son físicos: problemas de sueño, apetito y autocuidado, el aislamiento de compañeros y familiares, los cambios en los niveles de energía, la apatía o la desatención a los consejos sanitarios.

Una investigación internacional de la organización Save the Children, realizada durante los meses de confinamiento, revela que el 25% de las 2.000 familias con bajos ingresos entrevistadas en España estaba sufriendo niveles altos de angustia, y que sus hijos manifestaban miedo, angustia y preocupación. Un estudio global de Unicef sobre contenidos en internet e interacciones en redes sociales sobre salud mental adolescente muestra un incremento de hasta un 31 por ciento de las conversaciones relacionadas con la ansiedad durante la pandemia. En España, la Fundación ANAR, de ayuda a los niños y adolescentes en situación de riesgo, ha comprobado que las ideas e intentos de suicidio han pasado del 1,9 por ciento de media el año anterior al 8 por ciento de media durante los últimos meses.

Antes de la crisis del coronavirus, según los datos de Unicef España, el 29,5 por ciento de los niños españoles estaba en riesgo de pobreza o exclusión.

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