Es una de las exposiciones más importantes y esperadas del verano asturiano. El Museo Barjola, en Gijón, tiene previsto inaugurar el próximo día 9, jueves, la exposición "Pintura en las venas". La muestra, comisariada por Juan Fernández Álava, es de las que hacen afición al reunir unas sesenta obras de diez de los artistas asturianos más importantes del último medio siglo: junto al fallecido Armando Suárez, piezas de Chechu Álava, Alberto Ámez, Breza Cecchini, Maite Centol, Paco Fernández, Miguel Galano, Assaf Iglesias, Jorge Nava y el citado Fernández Álava. "No he querido hacer una exposición conceptual, sino adoptar un claro posicionamiento en favor de la pintura y de la pulsión del pincel", aseguró ayer este último.
Cuando los museos y las galerías se han convertido en escaparates de un arte en el que dominan las instalaciones, la "performance" y las hibridaciones sostenidas por las nuevas tecnologías, el Barjola ha querido hacer un guiño a los géneros conocidos de la pintura (del paisaje al retrato, por ejemplo) y mostrar, en este sentido, la calidad expresiva y técnica de un plantel de autores asturianos con una acreditada trayectoria: de Chechu Álava, que acaba de exponer con éxito en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, en Madrid, a Galano. "Algunas obras de esta exposición no salieron nunca de los talleres de sus autores y otras, como las de mi hermana, se han podido ver en la muestra del Thyssen", explicó Fernández Álava.
"Pintura en las venas", que es también exposición en la que conversan junto al inolvidado Armando Suárez (Gijón, 1928-2002) pintores asturianos de dos generaciones, surgió hace más de un año a partir de una conversación entre su comisario y la directora del Barjola, Lydia Santamarina. "Le pregunté a Juan (Fernández Álava) por artistas que le gustaban o le influyeron; total, que dio una serie de nombres y yo le dije que con esa nómina se haría una buena exposición", contó la directora. La muestra, que ocupará dos salas del museo de titularidad regional de la calle Trinidad y estará abierta al público hasta el próximo 27 de septiembre, iba a inaugurarse el pasado mayo. La pandemia por el covid-19 lo hizo imposible. El Barjola, al igual que el resto de los museos asturianos, recupera así poco a poco la "normalidad" expositiva.
Para Lydia Santamarina, "Pintura en las venas" reúne a artistas "heterogéneos" que tienen, sin embargo, algo en común: el compromiso con un arte milenario. "Recuerdo que en las primeras ferias de Arco hablábamos de la muerte de la pintura, pero vemos que, afortunadamente, no ha sido así", explicó. La directora dijo ayer que con esta exposición, la primera del Barjola en tiempos aún coronavíricos, tiene una "sensación especial". "Puede ser muy jugosa para el público en general y no sólo para el especializado", precisó, por su prte, el comisario.
Solo pintura, pintura pura. Y una muestra también variada por las distintas líneas estilísticas de los artistas seleccionados. Y con obras que abarcan un arco temporal que va desde 1953 (piezas de Armando Suárez) hasta ahora mismo, pasando por creaciones que Paco Fernández firmó en los años noventa. Hay figuración (paisaje, retrato y autorretrato), pero tambien las características geometrías de Maite Centol, sutiles incursiones en la abstracción y "rarezas", como dice Fernández Álava, que dan cumplida expresión de la importancia que han ido adquiriendo autores como Ámez, Assuf Iglesias o también Jorge Nava. "Es una mirada personal a la pintura de cada uno de ellos; he elegido la pintura suya que a mí me gusta", añadió Fernández Álava. Una experiencia estética notable.
