Son fotos en blanco y negro. El pasado de lo que hoy es el Oriente de Asturias. La muestra de quiénes fueron los vecinos de Cuerres (Ribadesella) y los de Llanes y sus valles de San Jorge, Ardisana y Valdellera. Recogen la mirada de Juan Ardisana y proponen un viaje que discurre entre 1977 y 1990. La vida, con aquella esencia rural ya desaparecida, se cuenta en cada fotografía que desde el viernes cuelga en la sala de exposiciones del Museo Etnográfico del Oriente de Asturias. Decenas de personas acudieron a inaugurar la muestra. No estuvo, sin embargo, su autor, pero dejó dicho que este paseo visual está dedicado a Gerardo Gutiérrez Romano, el director de la Fundación Museo Etnográfico. Fue él, junto a Juaco López, director del Muséu del Pueblu d'Asturies, el impulsor de esta suerte de cita cultural que todos podrán admirar durante el verano en el centro que el Llacín conserva en Porrúa y que este año cumple 20 desde su creación. "Las cosas adquieren otra dimensión cuando se exponen", indicó el profesor Juan Carlos Villaverde, que también acudió a la inauguración. Y esa dimensión no es otra que hacer sentir "una obra intensa por su valor documental e histórico" que además supondrá "un hecho notable".