Luisa Aguilar es una actriz, autora y titiritera asturiana que actualmente reside en México, donde junto con Adolfo García forma la compañía mexicano-española "Mondomeraki". Con ella acudieron a la pasada edición de FETEN en Gijón, donde presentaron un espectáculo sobre la infancia de Frida Kahlo, "Magdalena, la otra Frida".

¿Cuál es su trayectoria vital?

Soy de Nava y nací en 1974. Estudié Trabajo Social en la Universidad de Oviedo. Complementé mis estudios con cursos y diplomados de dramaturgia, interpretación y teatro de objetos con Luis Vigil, Etelvino Vazquez, Sanchís Sinisterra, Suzanne Lebeau, Javier Malpica, Claudia Contin, Ferruccio, Merisi, Genadi Bogdanov, Carlos Urquiza, Claudio Hochman, Carlos Converso y Olivier, Benoit, en instituciones como INBAL, FILIJ, ASSITEJ, Scuolasperimentale dell´atore, CEAT (Centro de estado de los títeres)… Mi actividad profesional como autora y actriz inicia en 1995 en Kamante Teatro en Asturias. Desde 2010 resido en México en donde he iniciado mi propio proyecto artístico desarrollándome en campos como teatro, cine y modelaje. Actualmente integro junto con Adolfo García la compañía de títeres de objeto Mondomeraki. Mis espectáculos para público infantil han estado presentes en Festivales de Teatro y Títeres de España, Italia, México, Argentina y Brasil.

¿Cuándo se dio cuenta de que lo suyo era actuar?

Aunque un poco tímida, de niña me apunté en el grupo de teatro parroquial de Nava, luego a través de la asociación “Y los cacharros sin fregar” vino a darnos clases Luis Vigil de Kamante Teatro que me invitó a formar parte de su compañía años después. Estudié trabajo social, oposité, pero hubo un momento, con unos 25 años en el que no me veía haciendo otra cosa que no fuera teatro. Primero como actriz, y luego se despertó mi curiosidad por la dramaturgia, para poder contar mis propias historias.

¿Cómo nace Mondomeraki y cuál es su ideario artístico?

Mondomeraki surge en México hace tres años de mi encuentro artístico con Adolfo García que estudió Arte Plástica en el Instituto Nacional de Bellas Artes y es músico. Mondomeraki es un compuesto de dos palabras que significa “Hacer arte con el alma y libre de lo superfluo” y es bajo esa premisa como nos gusta realizar nuestros trabajo que se caracteriza por en trabajo con objetos, la música en vivo y la naturaleza de los textos de gran compromiso con los temas que atañen a la infancia. Desde el principio nos complementamos muy bien y casi jugando empezamos a trabajar explorando nuestras habilidades artísticas en un primer espectáculo muy popular que fusiona la narración oral y títeres con la música tradicional de son jarocho que se llama “Cuentos y café con pan”.

¿Cuál es la esencia de "Magdalena, la otra Frida”?

Creemos que una de las claves es que es un trabajo muy honesto en el que pretendemos acercar a los niños/as el lado humano y desconocido de tan icónica pintora mexicana rehuyendo lo arquetípico del universo Frida para buscar la esencia de su niñez. Por otro, al público lo conmueve mucho una historia cercana al teatro documental, sobre anécdotas de infancia nuestras respecto a la escuela y el aprendizaje y la importancia del apoyo de su familia para ayudarlos a resolverlas. La propuesta plástica en tonos ocres, ausente de color , y los títeres, realizados con objetos de la familia de la pintura y las artes plásticas , tales como pinceles, tinturas, trapos, paletas, están totalmente alejados de la estética asociada a la pintora. La excepción es “Frida calaca”, el único personaje no vivo que sin embargo está realizado con un títere de mesa antropomorfo realizado en una técnica muy novedosa llamada need felting, Hemos usado recursos multidisciplinares que han llamado mucho la atención como el dibujo en vivo, así como jarana y zapateado integradas en la historia, no como ornamento, sino como parte esencial de las misma.

¿Por qué Frida sigue tan de actualidad?

Sin duda ha habido otras pintoras mexicanas sobresalientes pero ella logró captar la estética mexicana, a través de una imagen popular en su pintura, y en su personalidad. Su ideología revolucionaria a nivel político, social y personal, su forma de vivir, vestir…, han contribuido a que se haya convertido en una imagen, en un icono no solo de la pintura sino de la cultura mexicana a nivel mundial hasta el punto que ver una cabeza con flores y unas cejas unidas para relacionarlo con México. Esto también por toda la mercadotecnia que se ha generado en torno a su figura.

¿Por qué México? ¿Cómo lleva la morriña?

Un par de años antes de irme a vivir allí había ido a participar en Ciudad de México a un festival llamado Titerías y desde el primer momento México me cautivó por su gente, sus colores y contrastes,… me sentí muy bien aunque un poco superada por esa caótica ciudad. Después fui becada a Veracruz a un curso con Carlos Converso y allí, en Xalapa, una tierra verde y lloviznosa que en gran medida me recordó a Asturias, me vi. Simplemente me vi viviendo allí. Primero por seis meses… ahora ya diez años. Respecto a la morrina, es inevitable a muchos niveles. A nivel familiar por supuesto, aunque las nuevas tecnologías ayudan un poco no es igual. Por eso se me hace tan maravilloso y mágico poder venir con frecuencia de gira y poder convivir con ellos. Creo que mi técnica de supervivencia feliz es tratar tratar de conservar mis raíces y tradiciones, abrazando también la cultura mexicana. En mi casa se puede comer paella, beber sidra, rematar con mezcal, y tener puesto un altar de muertos y creo que eso es muy enriquecedor. Disfutar de cada lugar, sino uno corre el peligro de estar extrañando todo el tiempo.

¿Fue una experiencia fetén acudir a FETEN?

Feten es una feria muy querida por mí, porque no solo me acogió muchas veces, sino que me formó como espectadora y profesional y le estoy muy agradecida. Hace trece años me había presentado con ¡Qué viene el lobo! y como te comentaba antes, valió la pena esperar a tener un espectáculo adecuado y a la altura de una feria con FETEN. La respuesta de los programadores, compañeros y público fue maravillosa.

Llegaron a sortear un títere para costearse el viaje…

Así es. Nuestros dos espectáculos ha sido autogestivos y aunque lo intentamos por muchos flancos, en México lamentablemente no hubo apoyo por parte de las instituciones para la gira. Sin embargo, y como no podíamos dejar pasar una oportunidad así, agudizamos el ingenio y organizamos el sorteo de un títere realizado por Adolfo García, hicimos una función especial de recaudación de fondos en la Titeria Casa de las marionetas, Paty Martos y Patricia Guerra ofrecieron desinteresadamente una charla en arte terapia y pedagogía,… En definitiva, los compañeros artistas, amigos y público en general fueron muy solidarios y generosos con nosotros.

¿Cómo se logra que un títere cobre vida para el espectador?

Creo que la clave no es tanto manipularlo, sino animarlo, darle alma y vida. También tiene que ver con una parte técnica, que el títere esté bien construido, la escucha con los compañeros en el caso de moverlo entre varios, la disociación con uno mismo… Pero luego te digo por experiencia que el títere hace y dice lo que quiere.

Hay mucho teatro para los más pequeños con tendencia a lo ñoño, ¿cómo se conjura ese peligro?

Yo creo que lo primero es dar el lugar que se merece la infancia, sin subestimar a público infantil, para ello hay que observarlo, estudiarlo y comprenderlo y adquirir un compromiso ético y estético con ellos. En Mondomeraki preferimos el camino lento, preguntarnos qué les queremos contar y cómo, eso implica formación, investigación del tema, de la plástica, la estética,… tal vez no se consiguen tantas funciones, pero es la única manera en la que queremos trabajar para los pequeños.

¿Se involucran mucho en la construcción de un títere?

De la construcción y parte plástica se encarga mi compañero Adolfo García que estudió bellas artes. Para él es muy importante analizar la historia en la que va a estar inmerso el títere, conjugar la parte plástica y estética con la técnica, y saber qué se requiere de ese títere en escena para que sea fácil de manipular. En que concierne al teatro de objetos, más que la construcción, lo que lleva mucho tiempo y esfuerzo es encontrar el objeto adecuado que permita la metáfora que queremos mostrar, que tengan coherencia con lo que se cuenta…para que permitan al público una resignificación adecuada.

¿Ser autora le exige mucho más como actriz? ¿O viceversa?

Te diría que no siento tanto que me exijan, sino que me permiten dar. Paso de la una a la otra constantemente y en mi caso no las concibo de forma separada pues se enriquecen mutuamente y me enriquecen a mi pues me permiten conocer mas del mundo que me rodea y de mi y crecer en empatía y generosidad.

¿Qué mensaje envía la obra a los más pequeños?

No hay un único mensaje pero básicamente hablamos del dolor a causa de la poliomielitis en una niña y las herramientas para lograr resiliencia ante el mismo y sobrevivir a las burlas. También de la importancia de que cada niño/a aprenda a su tiempo y manera y se le permita ser creativo. Nosotros buscamos una experiencia estética -vivencial en la que se apela a la inteligencia simbólica del niño/a que sale con sus propias preguntas o respuestas de la función.

Autoestima, imaginación y espontaneidad son las claves para superar cualquier crítica, apunta en su libro “Orejas de mariposa”. ¿Es la mejor receta para vencer a los miedos de la niñez?

Sin duda, no sabes la alegría que me da cuando lectores de España, Italia, Brasil, México, Corea,… me comparten su experiencia a partir de leer el cuento y cómo les ha ayudado a resolver diferentes situaciones. Muchos son niños, pero te diré que una gran mayoría son adultos, y eso me sorprende y agrada mucho.

Si fuera títere, ¿cómo sería?

Pues creo que sería un títere de mesa de ojos grandes y muy parlanchína y vivaz.

Si hiciera una obra sobre el acoso escolar, ¿qué mensaje incluiría?

Creo que igual o mas importante que el mensaje es la manera en que se toca. De alguna forma tocamos ese tema en “Magdalena, la otra Frida”, cuando los niños se burlan de ella, y lo hacemos metafóricamente, con una especie de reta entre pandero y zapateado a través de retahílas populares. Se hace de una manera lúdica y hasta divertida y los espectadores nos dicen que es una de las más impactantes de la historia. Ella termina diciendo: “No me importa lo que digan, tengo alas pa´volar” Esa determinación es la que rescato.