"Tocar a alguien supone abrir un sendero que no existía, y los senderos pueden recorrerse en ambas direcciones".

Dolores Redondo.

Los corderos, que diría Lecter, siguen ahí, dolientes en la memoria de Amaia Salazar. Y en su día a día los fantasmas del pasado se cruzan con los espíritus brutales del presente que ya aparecen en la primera secuencia: un hombre mata a una niña, el sueño quebrado de los inocentes. Lo que parece una muerte súbita es, en realidad, un asesinato con móviles diabólicos. Una secta, años de infierno, bebés sacrificados en el nombre de un poder grotesco y letal. Ofrendas malditas, víctimas indefensas.

En esa tormenta de enigmas se mueve la última entrega de la “Trilogía del Baztán” con las mismas cualidades que las anteriores: una factura técnica correcta, un intento de construir un personaje central bien matizado en sus sombras casi permanentes, un ritmo pausado en la mayor parte del metraje sin caer en guiñoles, un reparto solvente con Marta Etura dándolo todo con su personaje siempre a la defensiva y ceñudo. También repite errores previos, especialmente evidentes en un desenlace apresurado en el que se amontonan los golpes de efecto y unos giros argumentales tan necesitados de sorprender que se adivinan mucho antes de que lleguen.

Ofrenda a la tormenta tiene sus mejores bazas en su atmósfera apremiante y opresiva, en la que la nieve, la lluvia y la niebla tienen una importancia decisiva para envolver las situaciones de melancolía, fatalismo y avidez de tragedia. Los personajes secundarios oscilan entre el derrumbe y la inquietud (estupendo Imanol Arias), y la aproximación a los elementos extraídos de la mitología y la leyenda oscura está bien incorporada, aunque se le podría haber sacado mucho más provecho.

Lástima que el entorno de Amaia no esté siempre dibujado con precisión (sobre todo el resto de los policías o el magistrado que encarna sin mucha convicción Sbaraglia), que las historia de amor y culpa no sea creíble más allá de su importancia como fuego de artificio, que la música sea tan invasiva y que el desenlace se le vaya de las manos a un director al que vale la pena seguir la pista.

"Cuando alguien a quien quieres muere, el mundo no se detiene, pero se reconfigura a tu alrededor como si el eje del planeta se hubiese torcido un poco”.

Dolores Redondo.

Ofrenda a la tormenta

Dirección: Fernando González Molina

Guión: Luiso Berdejo (Novela: Dolores Redondo)

Música: Fernando Velázquez

Fotografía: Xavi Giménez

Duración: 138 minutos

Reparto: Marta Etura, Susi Sánchez, Elvira Mínguez, Leonardo Sbaraglia, Benn Northover, Paco Tous, Carlos Librado, Pedro Casablanc, Álvaro Cervantes, Ana Wagener, Imanol Arias, Marta Larralde, Alfredo Villa, Eduardo Rosa, Iñigo de la Iglesia.