Kiko Matamoros está viviendo uno de sus peores veranos. Una infección de origen desconocido le mantiene ingresado en un centro sanitario de Madrid en el que entró hace un par de días aquejado de una pancreatitis. La infección del páncreas fue una complicación de la extirpación de vesícula a la que recientemente se ha visto sometido, pero, una vez tratado el páncreas, su salud no mejora.

Ha sido la novia de Matamoros, Marta López, la que ha explicado hoy en la puerta del hospital a los medios de comunicación lo que le ocurre a su pareja:

“Del páncreas hay mejoría, pero con nueva infección, tiene fiebre y escalofríos. No saben lo que le pasa y están muy preocupados porque no dan con ello. Le han hecho un nuevo cultivo, están a la espera de resultados”.