Interpol indicó que el cibercrimen creció de manera "alarmante" durante los cuatro primeros meses del año en plena crisis sanitaria por el coronavirus, con ataques dirigidos a los empleados que trabajan en sus casas, pero también a empresas, gobiernos e infraestructuras básicas. Los criminales aprovechan los fallos de seguridad de compañías y organismos que han tenido que desplegar rápidamente sus sistemas de trabajo en internet para robar datos, sacar beneficio y crear perturbaciones. En el período que va de enero a abril, Interpol y sus socios detectaron unos 907.000 mensajes de correo basura, 737 incidentes relacionados con programas malignos y más de 48.000 enlaces maliciosos directamente vinculados con el virus.