La carrera por lograr la cura del coronavirus se acelera. Los desarrolladores de la vacuna italiana quiere empezar a experimentarla en humanos el 24 de agosto. Para ello, el hospital romano Spallanzani, donde se realizarán las pruebas, está buscando a 90 voluntarios.

La vacuna italiana (creada, producida y patentada por la empresa biotecnológica italiana ReiThera, con sede en Castel Romano), ya ha superado las pruebas preclínicas realizadas tanto in vitro como en animales. Las perspectivas, aseguran sus desarrolladores, son buenas ya que los primeros resultados han puesto de relieve una fuerte respuesta inmunitaria y un buen perfil de seguridad, según informaron los responsables sanitarios de la región de Lazio, cuya capital es Roma, que ha financiado la vacuna con 5 millones de euros. Los noventa voluntarios elegidos se dividirán en dos grupos de edad: 45 entre 18 y 55 años y el mismo número entre 65 y 85 años.

Si los resultados de esta fase son positivos, la "fase 2" podría comenzar ya en otoño con un mayor número de voluntarios, tanto en Italia como en otros países.

En paralelo, Brasil, uno de los países en los que se experimenta la vacuna desarrollada por la universidad británica de Oxford, espera comenzar la producción masiva de la misma en diciembre.