Siempre en la sombra y tras una enorme mesa de mezclas el británico Martin Birch dio a algunos de los álbumes de heavy metal la personalidad propia de un género que en la década de los 80 buscaba salir de los suburbios, distanciarse definitivamente del punk y buscar un nuevo espacio en un panorama musical en eclosión. Birch, productor de grupos de la alta alcurnia metalera como "Iron Maiden", "Black Sabbath", "Whitesnake" o "Deep Purple", falleció ayer a los 71 años de edad, sin que hayan transcendido las causas del deceso, y dejando como legado la impronta de un sonido propio (limpio, nítido, pero al mismo tiempo contundente) que legó desde detrás de su mesa de mezclas a las bandas más populares de un género para escogidos.

Suya es la culpa, en el buen sentido de la palabra, del subidón de popularidad de "Iron Maiden", grupo al que quedó estrechísimamente unido. Produjo nueve de los mejores discos de la doncella de hierro, y fue el que pulió el sonido de "los Maiden" clásicos e irremediablemente imbricados a la poderosa voz de Bruce Dickinson. Martin Birch hizo un trabajo muy fino junto al cantante de Workshop (Reino Unido) en uno de los discos más reputados de la doncella y que lleva por título: "The Number of the Beast" (el número de la bestia). En diversos documentales, Birch recordaba de forma reiterada una anécdota que le ocurrió mientras estaba produciendo aquel álbum. Un buen día mientras se dirigía en su turismo al estudio chocó contra un autobús repleto de monjas (aunque este detalle es más o menos accesorio). No hubo que lamentar víctimas, pero el coche fue directo al taller. Pero lo sorprendente llegó cuando recibió la factura del mecánico. Le cobró exactamente 666 libras. El número de la bestia.

No fue su único sello. Ayudó a "Black Sabbath" a mantener su nivel y a superar la pérdida de su primer cantante, Ozzy Osbourne, al que sustituyó el fallecido Ronnie James Dio. Produjo dos de los grandes discos de los de Birminghan: "Heaven and Hell" y "Mob Rules". Y fue como un padre para "Whitesnake". Fue el excantante de ese mítico grupo británico (más próximo al hard rock), David Coverdale, el que se encargó de difundir la muerte de Birch. "Martin fue una parte importantísima de mi vida. Tengo el corazón roto", aseguró.