Llevaba ya un par de años gestándose, pero la muestra "Vida Futura" llega ahora a Laboral Centro de Arte, clausurado hasta ayer por la pandemia, con una vigencia aún más plena. La exposición incluye almejas robóticas que se abren y se cierran al compás de aguas contaminadas, habla de la simbiosis de los humanos con las plantas, de la desertización de los bosques o la agresividad de las redes sociales, temas que pueden sonar distópicos pero que adquieren ahora un cariz algo más realista. "Vivimos unos momentos en los que la realidad ha superado toda ficción", explica Karin Ohlenschläger, comisaria de esta muestra con obras de seis artistas que permanecerá abiertas hasta el 12 de diciembre. Laboral también formará parte del festival Ars Electrónica, que comenzará el próximo día 9 y que permitirá exponer desde Gijón algunas de las mejores obras del cine digital de autores europeos. "Es un placer que proyectos como éste lleguen a Gijón", explicó Pablo León, director general de Patrimonio, en el acto de apertura.

Una de las instalaciones más interesantes de "Vida Futura" es la de Marco Barotti, artista italiano autor de "Clams", que significa "almejas" en inglés. Esta pieza es al mismo tiempo una forma de protesta y una "robotización" de la naturaleza. Estos moluscos filtran a pequeña escala el agua donde viven y, en caso de detectar altos niveles contaminantes, se cierran. La versión robótica de Barotti de esta especie, recreada empleando plásticos reciclados, utiliza un sensor industrial que mide la pureza de las aguas, en este caso la del río Piles de Gijón, y la procesa para convertirla en una señal de audio. Es decir: estos pequeños aparatos se abren y cierran en la muestra de La Laboral "al ritmo" de la contaminación del Piles.

Con vinculación local nace también el proyecto aún en marcha de Stefan Laxness, que como Barotti está estos días de visita por Gijón. Más que artista, Laxness es un "investigador de los espacios", según él mismo aclara, y busca una mayor concienciación sobre el impacto humano en la naturaleza. Su proyecto también funciona con sensores, en este caso cámaras que miden la vegetación en fotosíntesis en bosques, para crear un mapa visual del abandono y despoblación de la tierra. Lo hizo por bosques gallegos, pero ayer le explicaba a Pablo León (que escuchó el denso discurso del artista en inglés tras negar la ayuda de un intérprete) que su aplicación podría extenderse a todo el continente europeo.

Otra obra novedosa es la del colectivo "Quimera Rosa", pero su concepto artístico es más difícil de explicar y se entiende mejor visitándola. A grandes rasgos, aúna la investigación médica, el show y la narrativa ficcional jugando siempre con la idea de "la transición humano-planta",indican sus creadores. En La Laboral juegan con todo esto para hablar del VIH y de futuros distópicos.

También participan en la exposición el grupo "Disnovation" (que elaboró un mapa y un vídeo que muestran la agresividad de las redes sociales), Anna Ridler (que cuenta la crisis de los tulipanes de los Países Bajos) y "Robertina Sebjanic & Gjino Sutic", que hablan de la contaminación acuática que provoca el consumo de fármacos.