El ente público audiovisual británico BBC quiere aparecer más "imparcial" ante su público, para lo que restringirá las publicaciones de sus periodistas en redes sociales bajo una consigna: no a activistas y opinadores.

El nuevo director general de la corporación, Tim Davie, ha asumido esta semana los mandos con una agenda de reformas. En su discurso inaugural, de forma velada, lanzó un ataque contra algunas de sus estrellas más pródigas en Twitter y adelantó que a partir de ahora su actividad en las redes sociales será controlada rigurosamente. "Si quieres ser un columnista tendencioso o un activista de partido en las redes sociales, es una elección válida, pero no deberías estar trabajando en la BBC", espetó Davie. Para el nuevo responsable -un comercial del grupo, no un periodista-, la imparcialidad no implica abandonar la defensa de valores democráticos como el rechazo al racismo, pero sí liberarse de preferencias políticas y de motivaciones particulares.