El vocabulario que uno usa para describir sus emociones es un indicador de la salud mental y física y el bienestar general, según un análisis dirigido por un científico de la facultad de medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos. De este modo, un vocabulario de emociones negativas más amplio, o diferentes formas de describir sentimientos similares, se correlaciona con más angustia psicológica y una salud física más deficiente, mientras que un vocabulario de emociones positivas más amplio se correlaciona con un mejor bienestar y salud física.