La escritora María Reig (Barcelona, 1992) presenta el jueves día 17, a las 19 horas en el Foro de la Librería Cervantes de Oviedo, a través de videoconferencia, su segunda novela "Una promesa de juventud". Reig estudió Periodismo en la Universidad Complutense y posteriormente cursó un Máster en Dirección de Comunicación Corporativa en EAE Business School. Su primera novela, "Papel y Tinta", e febrero de 2018, vendó más de 50.000 ejemplares.

-¿Qué encontrará el lector en "Una promesa de juventud"?

Una promesa de juventud nos lleva a Oxford, a finales de los años setenta. Allí conocemos a Caroline Eccleston, una estudiante de doctorado que está estudiando los internados internacionales suizos que estaban en funcionamiento antes y durante la Segunda Guerra Mundial. A ella le llama muchísimo la atención ese contexto porque, por un lado, tenemos un país neutral en el epicentro del conflicto y, por otro, colegios en los que se mezclaban alumnos de diversos países, beligerantes o no. Su búsqueda hará que se tope con uno en concreto, St. Ursula, que dejó de funcionar de forma misteriosa en el curso 1939-1940. Su obsesión por descubrir la verdad la llevará a contactar con Charlotte, una ex alumna que le abrirá las puertas de ese último año en St. Ursula.

-¿Por qué ese escenario tan inusual, los colegios internacionales en Suiza? ¿Alguna vinculación personal con esas instituciones?

Lo cierto es que no tengo ninguna conexión personal. La imagen de dos internados y un bosque apareció en mi mente hace más de diez años. Quería encontrar un contexto interesante, que me motivase a investigar y escribir. Cuando estaba terminando el primer manuscrito de Papel y Tinta, conecté esa idea de mi cabeza con Suiza, donde sabía que había internados internacionales. Empecé a retroceder en el tiempo, a preguntarme por la Historia de este país del que tan poco sabía, y, entonces, me detuve en la Segunda Guerra Mundial. Explorar cómo se había vivido este conflicto en un país neutral situado en medio de Europa y, a su vez, en instituciones internacionales me fascinó. Así que me puse manos a la obra. Descubrí que, en efecto, muchos de estos colegios suizos ya existían por entonces y en ese momento supe que tenía las piezas del puzle para comenzar a trabajar.

-¿Cuánto hay de verdad en la novela sobre el funcionamiento de esos colegios durante el tiempo en que se desarrolla la novela?

La novela es ficción: sus personajes, sus tramas, los colegios€Pero sí he querido que la ambientación y el contexto sean lo más realistas posible. Para configurar las asignaturas, rutinas y algunos aspectos específicos de las instituciones ficticias de la novela contacté con internados suizos reales. Dos de ellos me proporcionaron información muy útil para comprender la Historia y el funcionamiento de estas instituciones.

-Suiza es el escenario. Un país ambivalente. Acogieron refugiados, pero también pagaron su neutralidad "lavando" del dinero del Banco del Reich. ¿realmente es el escenario para un canto a la tolerancia?

Justo ese es uno de los aspectos que se desarrollan en la novela. Una promesa de juventud es una historia coral, donde se entrelazan visiones y perspectivas de diversos países e ideologías. Se reflexiona sobre el precio de la neutralidad, sobre el de la beligerancia o el de la indiferencia. De la capacidad de cada uno de los personajes de comprender al distinto emana esa tolerancia a la que se hace referencia.

-Tras su primera novela (50.000 ejemplares vendidos), ¿cuánto miedo da adentrarse en una segunda y qué prevenciones tenía?

Comencé a trabajar en esta novela antes de que Papel y Tinta llegara a las librerías, así que, cuando comenzó a llegar a los lectores, ya no estaba en la fase de la página en blanco. Sí es cierto que, conforme se fue acercando en lanzamiento, me pregunté sobre las expectativas, pero concluí que, al final, lo único que puedo controlar es mi dedicación a la historia en la que estoy inmersa, el mimo que le pongo a una novela. Sé que he sido coherente con lo que quería contar después de Papel y Tinta, que me ilusionado igual. Así que solo puedo cruzar los dedos y esperar que los lectores que se animen, disfruten de esta historia.

-Elija a uno de sus personajes de "Una promesa de juventud" y descríbanoslo.

-Charlotte es uno de los pilares de la novela. Ella es suiza y una de las ex alumnas del colegio internacional femenino St. Ursula. El lector podrá conocerla en dos momentos de su vida: como adulta y como adolescente. A través de su relato irá despejando las incógnitas del halo de misterio que la envuelve, aunque no siempre controlará los límites.

-La escritura y la pandemia. ¿Cuánto ha cambiado el virus su vida/trabajo como escritora?

-En lo que más ha afectado es la imposibilidad de reencontrarme con lectores y libreros. Por suerte, a través de internet, podemos permanecer en contacto hasta que todo mejore. Por lo demás, en lo que respecta a mi rutina diaria, no ha afectado en demasía. Trabajo desde casa y lo de escribir es un tanto solitario, así que estoy muy agradecida por poder seguir haciendo lo que me gusta dentro del caos del 2020.