La Comunidad de Madrid realizará controles aleatorios entre los ciudadanos para asegurarse de que cumplen con las nuevas restricciones a la movilidad impuestas para contener la epidemia de covid-19, que estarán en vigor a partir de mañana y, en principio, durante 14 días. El consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, anunció ayer que esos controles, que se llevarán a cabo en las 37 áreas más castigadas por la enfermedad -26 en seis distritos de la capital y el resto en los municipios de Fuenlabrada, Humanes, Moraleja de Enmedio, Parla, Getafe, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas-, tendrán carácter disuasorio y en ellos se pedirá acreditar el objeto de los desplazamientos, para comprobar que están dentro de los supuestos permitidos.

En los barrios y municipios sobre los que pesan las restricciones impuestas por el Ejecutivo madrileño hay escepticismo sobre su efectividad y dudan que sirvan para mejorar las cosas. Si acaso, lo que pronostican los vecinos es que se resentirán los negocios, la economía y que al final se perjudicará a los trabajadores. "Siempre pagan los curritos", se lamentaba ayer Antonio, vecino de Puente de Vallecas, de 45 años, de origen ecuatoriano y nacionalizado español, y que a partir de mañana se desplazará con un certificado expedido por su jefe a trabajar a la zona más acomodada de Pozuelo, donde se encarga del mantenimiento de varios chalés. Él, como muchos otros vecinos del barrio, opina que el problema está en el transporte público. "Vamos peor que sardinas y las autoridades no se preocupan de los que vamos en el metro a trabajar, a producir", afirma.

Un vallecano de toda la vida, Jesús, estanquero de 58 años, dice que son las zonas obreras las que están más afectadas y que él procura no coger el metro, pero la mayoría de la gente no tiene más remedio que hacerlo. "Si no ponen más metros y autobuses, es complicado", advierte.

Azahara trabaja en un supermercado de Vicálvaro. Tiene 30 años, vive en Vallecas con su hijo y con sus padres mayores y estuvo 15 días de baja en cuarentena por el covid-19. Cuenta que, al darle el alta, su médico de cabecera le informó de que no le harían de nuevo la PCR porque solo se la repetían al personal sanitario. "Me dijo que era libre como un pájaro. Yo pienso que lo va a pillar todo el mundo", se sincera.

La saturación de los centros sanitarios, muchos ya al borde del colapso, es común a todas las áreas confinadas en Madrid. "Mi ambulatorio es el que más positivos tiene, pero es que falta gente. Si hubieran reforzado con más personal desde el principio, estaríamos mejor", comenta Ángel, un camarero de 45 años que trabaja en un bar cerca de su casa y sonríe bajo la mascarilla del Real Madrid. Está resignado a reducir el aforo a la mitad y cerrar a partir de las diez de la noche, pero cree que los chavales del barrio seguirán reuniéndose por la noche en la plaza sin mascarilla. "No va a servir para nada. Solo para perjudicar a los trabajadores", zanja el asunto un enfermero del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Puente de Vallecas.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, hizo ayer un llamamiento a la unidad a todos los vecinos para acabar cuanto antes con la pandemia y manifestó que "no hay madrileños de primera y de segunda". Para el gobierno municipal, subrayó, la "prioridad" en estos momentos es ponerse "al lado de los ciudadanos". "Que nos sientan cercanos, que sepan que pueden contar con nosotros", añadió.

El consejero de Sanidad de Madrid, en unas declaraciones realizadas ayer en un programa radiofónico, subrayó que la consigna general es que los ciudadanos "estén en casa el mayor tiempo posible y solo se muevan por una necesidad esencial, trabajar, comprar, cuidar de un mayor o acudir al colegio". La Comunidad de Madrid ha convocado hoy una reunión de coordinación dentro del Plan Territorial de Protección Civil en la que se establecerá cuál es el perímetro de las zonas básicas de salud y se fijarán los controles.

Aunque admitió que el control "absoluto" de la movilidad no es posible, Ruiz Escudero ha adelantado que la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local se movilizarán para evitar incumplimientos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de viaje en Mauritania, confirmó ayer que la Policía Nacional y la Guardia Civil prestarán a la Comunidad de Madrid la ayuda que necesite, como han hecho desde el inicio de la pandemia del coronavirus.