El estudio del cromosoma Y, el cromosoma sexual masculino, en muestras fósiles de denisovanos y neandertales revela las similitudes genéticas entre esta segunda especie y el hombre moderno, el Homo sapiens, fruto de una hibridación, situada unos 300.000 años atrás, cuando se produjo un encuentro entre ambas especies en el marco de una migración del continente africano al europeo. Esta es la conclusión de una investigación internacional, en la que participa la Universidad de Oviedo, y cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista especializada "Science". Un estudio que toma como base dos muestras fósiles de denisovanos y tres de neandertales, una de ellas procedente del yacimiento de El Sidrón, en Piloña.

La Universidad de Oviedo ha estado representada en la investigación a través del arqueólogo Marco de la Rasilla, quien destaca que "la investigación en El Sidrón sigue dando resultados relevantes que permiten conocer mejor a los grupos neandertales". "No cabe duda", añade De la Rasilla, "de que el yacimiento es un referente que sitúa a Piloña y Asturias en el escenario científico y cultural nacional e internacional".

El origen del estudio se sitúa en el hallazgo, en la Sima de los Huesos de Atapuerca, de restos de ADN mitocondrial datados hace 400.000 años que se asemeja al de los denisovanos (una especie del género Homo descubierta en 2010 en Siberia). A partir de este descubrimiento, se comenzó a investigar en torno al cromosoma Y debido, explica Carles Lalueza Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva y otro de los firmantes del estudio, a que el análisis de los linajes paternos es una de las incógnitas sobre los neandertales que quedaban por resolver, "en parte porque la mayoría de las muestras bien conservadas eran mujeres".

La investigación a partir de esos restos constata la mayor similitud de ADN de sapiens y neandertales en comparación con los denisovanos, lo que a juicio de los investigadores podría deberse a una hibridación entre ambas especies hace unos 300.000 años. "Con este estudio", explica Lalueza Fox, "no solo descubrimos una nueva migración de África a Europa hace unos 300.000 años, sino que podemos hacer una predicción: los cromosomas Y anteriores a esa fecha serán más parecidos a los de los denisovanos que a los de los propios neandertales".