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Los cristalinos puritanos de Sagi

"I puritani", el título que se estrena el lunes, transportará al público a las noches del sur de Italia y al mundo surrealista de la pintora Remedios Varo

Los cristalinos puritanos de Sagi

"I puritani", que se estrena el próximo lunes 28 de septiembre a las 20 horas en el Teatro Campoamor, es el segundo título previsto para la LXXIII Temporada de la Ópera de Oviedo. En esta ocasión, la Ópera de Oviedo quiere dedicar las funciones a la memoria de la ovetense Pepa Ojanguren, recientemente fallecida, quien diseñó además el vestuario que aparece en esta producción. La versión de este último título de Bellini, del que se harán seis representaciones en el Campoamor, es una producción del Teatro Real de Madrid en coproducción con el Teatro Municipal de Santiago de Chile. Cuenta con la dirección de escena de Emilio Sagi, la escenografía de Daniel Bianco y la dirección musical de Iván López-Reynoso.

La propuesta escénica de Sagi propone un universo cristalino que transporta al público a las noches mediterráneas del sur de Italia, un mundo de ensueño inspirado por los cuadros surrealistas de la pintora Remedios Varo. El color blanco y las lámparas de cristal son en esta producción elementos muy llamativos que buscan la abstracción de la realidad, y sobre todo, darle prioridad al canto y a las melodías de Bellini.

En lo que a las cuestiones musicales se refiere, "I puritani" es una ópera muy exigente para los cantantes. "Si para 'Il trovatore' se dice que hacen falta los cuatro mejores cantantes del mundo, este título de Bellini no se queda atrás tampoco", explica Sagi. Una opinión compartida por Iván López-Reynoso, que estará en el podio de la Oviedo Filarmonía durante las funciones de esta ópera, y que ostenta el título de ser el principal director invitado de la formación ovetense.

Para López-Reynoso será su primer "I puritani" y también el primer título de Bellini que dirigirá en un teatro de ópera. "Si hay algo que destaca en una ópera belcantista como ésta es el diálogo que debe existir entre el foso y el escenario; es imprescindible que sea la orquesta la que sostenga las voces, la que las ayude a enfatizar los momentos de mayor dramatismo en definitiva, la que acompañe a los solistas en esas largas melodías tan líricas que caracterizan las óperas de Bellini", detalla.

Sobre la forma en la que se adapta una orquesta como Oviedo Filarmonía a un foso con unas proporciones tan pequeñas como el del Campoamor para cumplir con los requerimientos anti-pandemia, López-Reynoso explica: "Hemos reducido los integrantes de la orquesta a lo mínimo imprescindible para poder mantener la distancia de seguridad y que todo el transcurso de los ensayos sea seguro". Además, pone énfasis en que la mascarilla es obligatoria para todo el mundo, menos para los instrumentistas de viento. Las aglomeraciones en los pasillos del Campoamor han quedado prohibidas y se presta una atención especial a la ventilación del teatro. "Todo eso genera seguridad", indica López-Reynoso. "Estamos dispuestos a dar el 200% para que la cultura pueda seguir adelante y tenemos muchas ganas de seguir haciendo música", añade.

Sobre la seguridad en la ópera y el reciente incidente del Teatro Real -en el que el público forzó la suspensión de una representación por falta de espacio suficiente-, Sagi reconoce que, si bien las causas por las que no se guardó la distancia de seguridad no están muy claras, "es un suceso que tiene una repercusión negativa sobre el sector y que deberían tomarse las medidas oportunas para que no vuelva a suceder, de forma que lo que realmente importe en un teatro de ópera sea precisamente la ópera".

Para Sagi, "ha sido un reto adaptar esta producción al Campoamor". Hay que tener en cuenta que el escenario del Teatro Real de Madrid tiene "unas dimensiones muy diferentes" y en consecuencia, "no era posible trasladarlo entero. No obstante están todos los elementos más característicos que definen esta producción", añade.

En relación a la situación en la que se encuentra el Teatro Campoamor, Sagi, que lo conoce con detalle, no en vano es la segunda producción suya que sube al escenario esta temporada, insiste en que es importante que las autoridades inviertan parte de sus presupuestos en la rehabilitación de los teatros. Se refiere en particular al caso del teatro ovetense. "Es muy importante que podamos mantener actualizados nuestros teatros, que se pueda trabajar en ellos con seguridad y eso conlleva un mantenimiento y un desembolso por parte de las administraciones que deben velar para que las producciones puedan seguir representándose", explica. Sagi no ve demasiado importante la construcción de otro teatro, "porque el Campoamor es una joya, pero que hay que cuidarlo como tal". No puede darse el caso "de que en unos años el teatro quede obsoleto por falta de mantenimiento", y continúa diciendo que durante los ensayos del anterior programa doble con "L'heure espagnole" y "Les mamelles de Tirésias" se produjeron algunos problemas eléctricos precisamente por estas circunstancias. Sagi reconoce que está muy contento con el recibimiento que tuvo en el estreno de la temporada ovetense ese programa doble. El ovetense, que siempre huye de las propuestas escénicas polémicas, asegura que sus impresiones de la noche del estreno fueron muy positivas. Si bien es cierto que "siempre se ha dicho que el público en Oviedo es muy conservador en lo que al repertorio operístico se refiere, las circunstancias parecen haber cambiado, en favor de una óptica mucho más amplia de lo que la ópera puede ofrecer".

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