Tras nueve meses de pandemia en los que casi se ha alcanzado el millón de muertos y con las previsiones más optimistas señalando que se tardarán otros nueve meses en tener vacunas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió ayer más esfuerzos para evitar que se alcancen los dos millones de fallecidos en el 2021. "La cifra es inimaginable, pero no imposible", reconoció en rueda de prensa el director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, quien subrayó que "un primer millón de muertos ya es un número terrible y hay que reflexionar sobre lo que hay que hacer ahora, antes de pensar en un segundo".

El experto irlandés apeló a mantener todas las herramientas actuales, desde el rastreo y tratamiento de casos a las medidas de prevención iniciales, y a mantener la cooperación internacional en la investigación contra el covid-19 para que la cifra de dos millones de muertos no sea algo probable. También recordó que las tasas de letalidad de la enfermedad (actualmente en torno al 0,5%, cuando en los primeros meses del año fueron hasta cuatro veces mayores) han bajado gracias a la mejora del tratamiento de casos graves en las UCI.

Por su parte, un equipo internacional de científicos ha elaborado un informe -que publican en la revista británica "The Lancet"- en el que apuntan cuáles fueron los principales errores que cometieron varios países, entre ellos España, durante las diferentes fase de desescalada. El informe, titulado "Lecciones aprendidas al aliviar las restricciones de COVID-19: un análisis de países y regiones de Asia Pacífico y Europa", insiste en el un levantamiento prematuro de los bloqueos podría provocar un resurgimiento de infecciones y causar daños a la economía aún más graves y a largo plazo que los que ya se han registrado. Los autores expresan además su preocupación ante la aparente ausencia de estrategias "claras y coherentes" para salir de las restricciones.

En el caso de España, los científicos describen que la estrategia consistió en un plan que avanzaría en cuatro fases, pero al señalar cuál era el conocimiento en el país sobre el estado de la infección los investigadores han aseverado que no existía "ningún indicador especificado públicamente".