En la reunión que los máximos responsables de Sanidad del Estado y en la Comunidad de Madrid mantuvieron ayer, no hubo acuerdo. El Gobierno central mantiene su posición sobre cómo atajar la crisis del covid-19 en Madrid y el Ejecutivo autonómico sigue en sus 13 y defiende las medidas adoptadas hasta ahora, sin dar un paso más allá, por el momento. "Cuando uno va al médico, quiere que le digan la verdad. Y la verdad es que vienen semanas muy duras y hoy se han registrado los peores datos", con incremento de casos y de fallecidos, sostuvo con crudeza y desde la Moncloa el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que insistió en que el Ejecutivo central quiere "ayudar", pero para eso la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, "debe dejarse ayudar". "No tenemos el control" de la enfermedad, hay que tomar medidas ya y si no tendrán que llegar 'decisiones más duras", agregó Illa.

Fracaso. Ese fue el resultado de la reunión que mantuvieron en la tarde de ayer el ministro Salvador Illa y el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, con sus respectivos equipos. Un último encuentro diseñado para intentar llegar a un acuerdo entre las dos administraciones y evitar la intervención del Gobierno central, que el Ejecutivo lleva sopesando desde el pasado fin de semana. El Ministro fue muy explícito en su advertencia a Díaz Ayuso el sábado, pero rebajó la presión al día siguiente porque la comunicación con la Comunidad de Madrid se había retomado precisamente para intentar sortear el choque completo. Sin éxito.

Ante el Ministro de Sanidad, la Comunidad de Madrid esgrimió que, durante la última semana y por primera vez desde el mes de julio, el número de ingresos hospitalarios por covid-19 descendió, al pasar de 2.624 del 14 al 20 septiembre a 2.594 del 21 al 27. En ese periodo el crecimiento de ingresados por el virus en los hospitales madrileños descendió un 66%, según fuentes del Gobierno madrileño.