Apenas 24 horas son suficientes para conocer la historia de Clarissa Dalloway, la protagonista de la obra de Virginia Woolf, y apenas hora y media da de sobra para reconocer el talento de Blanca Portillo sobre el escenario. La actriz madrileña, inmersa en el rodaje de una nueva serie, llegó a Gijón con el tiempo justo para saltar a las tablas del Teatro Jovellanos, pero le sobró tiempo para cautivar con "Mrs. Dalloway".

Además, lo hizo en la primera representación teatral en el coliseo gijonés al 50% de público (alrededor de 550 personas), tras la última ampliación permitida por la consejería de Sanidad, ganando espacio en general, entresuelo y patio de butacas.

Bajo los focos, Blanca Portillo ("Siete Vidas", "Volver", "Siete mesas de billar francés") y el resto del equipo dirigido por Carme Portacelli hicieron al público reflexionar sobre cuestiones tan actuales como el feminismo, la libertad y la independencia de la mujer o su presencia en el mundo laboral. Cuestiones todas ellas sobre las que ya Woolf, autora del texto original, en forma de novela, reflexionó a principios del pasado siglo, en la figura de Clarissa Dalloway, desde que se levanta por la mañana a preparar una fiesta para su marido y hasta que se acuesta. El suicidio o el vacío existencial son otras de las cuestiones que más acercan a "Mrs. Dalloway" al presente.