Con música y literatura da inicio esta tarde la Semana de los Premios en la antigua Fábrica de Armas de Oviedo, donde durante los próximos días se concentrará la actividad previa a la entrega de los galardones, el próximo día 16. Desde hoy y hasta ese día la Fundación Princesa de Asturias ha programado 39 actividades, casi todas en el complejo fabril ovetense, en sus naves y en la explanada habilitada como autocine. Hay también una exposición en homenaje a los profesionales de la salud, que se inaugura hoy en Gijón, y varios eventos virtuales. La FPAbrica, como la organización rebautiza el recinto durante estos días, se abre oficialmente hoy, a las 19.45 horas, y a las 20.30 empezará "Isla locura: Cervantes y Shakespeare", un espectáculo creado y dirigido por el asturiano Aarón Zapico, con música barroca y textos de los dos grandes autores de la literatura española y anglosajona, que quiere ser un gran homenaje al premio a la Concordia, otorgado en esta edición a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en México, y al Hay Festival, de Gales.
Zapico es el responsable de un espectáculo que "honra" a los libros y pretende ser un canto a la locura. El músico, clavecista, director de orquesta y fundador de la agrupación "Forma Antiqva", se ha "puesto a prueba" y se ha encargado de todos los aspectos creativos del montaje. "He tomado dos elementos recurrentes en la obra de Cervantes y Shakespeare, dos escritores que fueron contemporáneos. Uno es la locura, pero no en sentido peyorativo: tenemos que estar un poco locos de pasión, de amor, de aventura, de humor. El otro elemento es la isla, la Barataria del 'Quijote' y la Santa Teresa de 'La tempestad', entendida como un estado emocional", explica el artista langreano.
Ese es el punto de partida de "Isla locura", que pondrá en escena a cinco músicos y a un tenor, Pablo García. El escenario instalado en el taller de la antigua fábrica se transformará en esa isla y el protagonista del recital recorrerá el espacio que va de la soledad a la celebración y la fiesta.
La FPAbrica abrirá también las puertas de su autocine esta tarde, con la proyección a las 20.00 horas de "Los intocables de Eliot Ness", el clásico de Brian de Palma con música de Ennio Morricone.
Por hoy esas serán las dos actividades abiertas al público en el recinto de La Vega. Las exposiciones e instalaciones permanentes serán inauguradas también esta tarde, con la apertura del recinto, pero las visitas del público, bajo reserva, con un itinerario fijo y pases de un máximo de 25 personas, comenzarán mañana, a las 12.00.
Federico Granell se afanaba ayer en la abandonada Escuela de Aprendices, para tener lista su instalación escultórica "Blanco sólido" antes de que acabara el día. Son, más propiamente hablando y según él mismo explicó, "cuatro instalaciones, basadas en tres poemas de Anne Carson, premio de las Letras, y una previa, de una niña, que alude a un sueño que tuvo la escritora". Granell, que ya es veterano en la Semana de los Premios, ha representado "cinco mujeres en cinco momentos vitales: infancia, adolescencia, juventud, madurez y vejez" y se ha inspirado en los poemas "Tres", "Podría uno" y la que él ha renombrado como "La herida luminosa" y que empieza: "Una herida despide su propia luz...". "Anne Carson trabaja mucho el tema femenino y he querido llevarlo a mi terreno, utilizando esculturas en blanco, generando misterio e invitando a la reflexión", explica. Durante la Semana, los poemas de Anne Carson, recitados por ella misma, sonarán en la habitación, en una grabación.
Granell descubrió a Carson con los Premios. Leyó varios de sus libros y quedó fascinado por las atmósferas que crea en sus poemas. "Los leía y me salían imágenes y dibujos", cuenta. La poeta es una aficionada al dibujo y Granell dice haber leído que "le gustaba dibujar y que como no se le daba bien se dedicó a la poesía".
El artista ovetense lleva trabajando desde el pasado mes de agosto en "Blanco sólido". Todas las esculturas son nuevas, creadas expresamente para una instalación en la que parece como "si los poemas de Carson quedasen suspendidos en el tiempo durante los Premios", según sus propias palabras. "La fábrica es un elemento más, ayuda a crear esa atmósfera y a detener el tiempo".
"La fábrica es un regalo, nos lo pone fácil, todo el contexto suma, es magia, increíble, transmite una sensación de desamparo, abandono, con la vegetación", comenta Zapico, que aboga por "seguir adelante con la cultura, una cultura residual, que deja un residuo en la sociedad y que utiliza elementos de la ciudad. La Semana de los Premios es el ejemplo perfecto".
