"Tenía dos opciones: no hacer nada o aplicar el estado de alarma. El Gobierno no podía quedarse de brazos cruzados con Madrid". Con estas palabras defendió ayer el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, la decisión de decretar el estado de alarma en la Comunidad de Madrid para frenar la expansión del coronavirus y evitar que se propague a otros territorios.

En una rueda de prensa desde Guarda (Portugal) en la que compareció junto al primer ministro portugués, António Costa, en la XXI Cumbre Hispano-Lusa, Sánchez expresó su esperanza en que, en los quince días que dure la alarma, se pueda contener la situación en la capital, para lo cual emplazó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, a acordar con él nuevas medidas en las próximas semanas.

"Cuando no se toman soluciones para aplacar la curva, el Gobierno no puede mirar para otro lado", añadió Sánchez, que recordó (como había hecho previamente el ministro de Sanidad, Salvador Illa) que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el mismo que tumbó la primera batería de medidas y precipitó la declaración del estado de alarma, había resuelto previamente a favor de seis resoluciones que se apoyaban en la Ley General de Sanidad de 1986, pero en contra de esta última, que obviaba esa legislación. Una alusión que parece apuntar a la sospecha, por parte del Ejecutivo, de que la Comunidad de Madrid omitió la alusión a esa Ley para hacer fracasar las medidas.

Por su parte, Díaz Ayuso calificó ayer, vía Twitter, de "judicialmente insostenible" esa primera solución que le había ofrecido Sánchez. La presidenta madrileña envió el mensaje a propósito de una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que justo ayer rechazó el cierre perimetral de la localidad de La Almunia porque suspende derechos fundamentales.

Entre tanto, en Navarra, el Gobierno autonómico ha pedido a los ciudadanos que "prácticamente se autoconfinen", sin articular una restricción legal específica, después de que el número de nuevos casos alcanzase los 463 en un día.