El cierre de bares y restaurantes dictado por el Govern para intentar frenar el incremento de contagios del covid-19 provocó ayer concentraciones de protesta del sector. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) avala las medidas adoptadas, que se mantendrán durante al menos quince días.

La sala de lo contencioso del TSJC autorizó, con un voto particular en contra, las medidas planteadas por el Govern que necesitaban el aval judicial por afectar a derechos fundamentales, como limitar las reuniones a un máximo de seis personas, suspender la actividad presencial en universidades y la reducción de aforo en espacios de culto.

Con el beneplácito judicial, las nuevas restricciones se dejaron notar ayer en las ciudades catalanas, en las que bares y restaurantes amanecieron con las persianas bajadas o con servicio solo para llevar. Con una cacerolada y bajo el lema "No somos el problema", los propietarios de bares y restaurantes se concentraron en la plaza Sant Jaume, de Barcelona, para expresar su malestar por esta medida.