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Noemí "saca pecho" tras vencer al cáncer

Una vecina de Nigrán muestra la reconstrucción de su mama en las redes para reivindicar apoyo público para lo que viene después de la enfermedad: paro y secuelas físicas

Noemí "saca pecho" tras vencer al cáncer

#SacaPechoPorEllas es el hastag elegido para el Día Mundial contra el Cáncer de Mama que se conmemoró ayer. El lema insta a la cidadanía a apoyar a las pacientes, pero heroínas que han logrado vencerlo como la nigranesa Noemí Fialho se lo han tomado al pie de la letra. Ha colgado en las redes sociales una imagen de su mama reconstruida para reivindicar apoyo público para lo que viene después de la enfermedad. "Que nos ayuden a que no nos echen de nuestros trabajos o a asumir tratamientos posteriores como el odontológico", reclama.

"El cáncer no solo es la quimio, sino mucho más. Quedan muchas secuelas para las que no hay salida". Noemí Fialho mostraba ayer a través de las redes sociales las cicatrices que la enfermedad le ha dejado en la piel. Las que ha ocasionado en su vida no son visibles a través de la fotografía que colgó en su perfil de Facebook con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, pero aprovecha la repercusión de la imagen para darlas a conocer y reivindicar apoyo público para lo que viene después de la enfermedad.

No son muchas las mujeres que se atreven a dejar al descubierto sus pechos mastectomizados o en fase de reconstrucción. Para esta vecina de la parroquia nigranesa de Chandebrito el pudor nunca ha sido un problema. Es la tercera vez que lo hace. "Llega el día 19 de octubre y pienso: esta soy yo, este es mi cuerpo, es el día de la enfermedad y yo la padezco. Sin más".

El apoyo de los seguidores y la fuerza de sus fotografías la llevan a ir más allá y reivindicar. "Hay muchas cosas que aún están en el aire. Que nos ayuden a que no nos echen de nuestros trabajos como me ha pasado a mí y a muchas más. Que nos ayuden a afrontar pequeñas minusvalías que nos deja la enfermedad, tratamientos posteriores como pude ser un dentista. Son muchas secuelas para los que hay ningún tipo de apoyo". Un estudio de la Asociación Española contra el Cáncer calcula en una media de 42.000 euros el gasto de una familia ocasionado por el cáncer de mama.

Noemí tiene 38 años y hace algo más de cuatro que fue diagnosticada. Está curada pero ahora es la reconstrucción de la mama afectada la que se lo pone difícil. "La primera vez salió mal y ahora llevo cuatro meses operada. Espero que a principios de año me hagan la última intervención", explica.

El tratamiento la mantuvo de baja algo más de un año y al regresar al trabajo "nada fue como antes". "Las cosas se tuercen, intentan que te vayas y al final acabas en la calle", recuerda. La pérdida del empleo fue para ella no de los "batacazos más grandes" en todo el proceso. "Los ánimos bajan cuando ves que todo te va mal, que ya no eres útil. Pero hay que seguir, no queda otra". Según el informe de la AECC, el 34% de las mujeres enfermas se han quedado en el paro y el 42% ha perdido todos sus ingresos.

La Seguridad Social cubre en España la recuperación del pecho mastectomizado desde hace años. "Una ventaja enorme que consiguieron nuestras antecesoras. Ahora nos toca a nosotras luchar por conseguir algo para las nuevas generaciones como blindar los puestos de trabajo, que sería importantísimo", insiste esta mujer que se encuentra ahora con los escollos de los trámites burocráticos para conseguir que se le reconozca una discapacidad al reducirle la enfermedad la movilidad en un brazo.

A las dificultades que el cáncer ha puesto en el camino de Noemí se sumó hace tres años una mudanza forzosa. Su casa se vio gravemente afectada por el incendio que asoló el 15 de octubre de 2017 la parroquia de Chandebrito y tuvo que abandonarla temporalmente con su madre. "No lo he tenido muy fácil, no", bromea. "Pero por suerte he tenido el apoyo de familia y amigos y mi perrito, Nano, me ha dado la vida. Ante una enfermedad larga, un animal de compañía es la mejor terapia. Siempre está ahí. No te deja nunca", recomienda.

La pandemia tampoco ha ayudado. "Me retrasaron un poco la operación, pero al ser la reconstrucción no me afectó. Si he estado cuatro años con esto, no pasa nada por seis meses más".

La resiliencia es su bandera. Su consejo para las recién diagnosticadas es siempre el mismo: "Que la esperanza sea más fuerte que el miedo".

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