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Sacerdotes asturianos aplauden el apoyo del Papa a las uniones civiles entre homosexuales

El colectivo LGTB celebra las palabras de Francisco en un documental, pero advierte que no es suficiente: "Queremos el sacramento"

El Papa Francisco se coloca una mascarilla durante un acto en Roma el pasado martes. FABIO FRUSTACI / EFE

"Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. Lo que tenemos que hacer es crear una ley de uniones civiles, así están cubiertos legalmente". Estas palabras del Papa, recogidas en el documental "Francesco" (dirigido por Evgeny Afineevsky y que se ha estrenado esta semana en el Festival de Cine de Roma), han sacudido el mundo católico, ya que suponen una enmienda a las posiciones de sus predecesores en el trono de San Pedro en relación al reconocimiento a los derechos de los homosexuales y, también, a su condición de hijos de Dios. En Asturias, varios sacerdotes aplauden la posición de Bergoglio, aunque el Arzobispo, Jesús Sanz, no se ha pronunciado. Desde el colectivo LGTB, por su parte, se celebra el "paso adelante" del sumo pontífice, pero se precisa que no es suficiente, ya que las aspiraciones de los homosexuales creyentes pasan por el reconocimiento de su unión como sacramento.

"Esas palabras han provocado mucho revuelo, pero lo cierto es que el Papa se mueve en un terreno natural, viene a decir que hay un colectivo de personas que merece respeto, que no deben ser discriminadas y que tienen derecho a una protección civil", precisa Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro de Gijón, y que fue durante varios años vicario general de la diócesis.

"En las palabras no hay un cambio de doctrina, solo una aceptación de una realidad que existe y que la Iglesia no maldice porque Dios no maldice a nadie: ama a todos, incluso a los pecadores. Y lo que dice Francisco es que estas personas merecen respeto, una protección civil y ser tratados como personas. Pero no dice nada de matrimonio", precisa Gómez Cuesta, que no aventura si este posicionamientos del Papa puede anticipar un cambio doctrinal. "No lo sé, creo que no en relación al matrimonio, pero el mundo evoluciona, también las mentalidades, y la historia nos lleva a todos a una apertura, a ver cosas que en otras épocas se consideraban censurables", sostiene.

A juicio de Francisco Javier Fernández Conde, catedrático de Historia Medieval y sacerdote, la reflexión del Papa encaja perfectamente con el discurso que siempre ha mantenido: "Está en la misma línea que aquella entrevista en el avión, cuando dijo en relación a los homosexuales la famosa frase de que, si una persona gay busca a Dios y obra con buena voluntad, quién es él para juzgarle", señala Fernández Conde, en referencia al posicionamiento expreso adoptado por Francisco durante una conversación con periodistas en 2013, en un vuelto de regreso al Vaticano tras participar en las Jornadas de la Juventud de Río de Janeiro.

"Lo que dice aquí es que esas personas tienen todo el derecho del mundo a tener una familia y a ser hijos de Dios. Es una idea positiva la de ver a estos colectivos con normalidad y a mí me parece muy bien", sostiene Fernández Conde. "Otra cosa es que pueda derivar en un cambio doctrinal, porque la moral tradicional es bastante monolítica en este sentido y es contraria a los matrimonios homosexuales", continúa, "pero es verdad que algunos autores más modernos, como Walter Kasper, un teólogo de referencia para el Papa, son más abiertos en este sentido".

Desde el colectivo LTGB, las palabras de Bergoglio se han recibido con satisfacción. "Acogemos con alegría que se haya referido de una manera tan positiva a las uniones civiles. Es una reflexión que quita la carga de pecado que siempre se ha arrojado sobre los homosexuales, reconociendo la legitimidad del amor entre personas del mismo sexo e invitando a muchos países a legislar sobre este tema", reflexiona Óscar Escolano, coordinador del grupo de fe y espiritualidad de la Federación Estatal LGTB. "Es un paso adelante, pero lo recibimos con cautela, porque como creyentes, los homosexuales aún nos sentimos abandonados por la Iglesia", añade Escolano, que tiene clara cuál es la pretensión del colectivo: "Aspiramos al sacramento, no solo a que apoyen el matrimonio civil. Que nos dejen casarnos por la iglesia. El Papa tendría que dar un paso más, ser más valiente y apoyar también esto".

En el ámbito internacional, las palabras de Francisco han tenido también el respaldo del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, quien, en un vídeo difundido por Associated Press, declara que las palabras del Papa son "extremadamente bienvenidas" y "una clara demostración de un principio fundamental que es el principio de no discriminación".

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