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Las Cuencas con nombre de mujer

Alfonso Zapico y Aitana Castaño reivindican en “Carboneras”, su nuevo libro, el protagonismo femenino en la historia de la minería asturiana

Ilustración de la portada de “Carboneras”. LNE

“Hemos rescatado las historias de las cocinas de carbón”, así define el dibujante Alfonso Zapico (Blimea, 1981) lo que se narra en su última obra, “Carboneras”, editada por Pez de Plata, en la que él ha puesto las ilustraciones y los textos corren de la pluma de la periodista langreana Aitana Castaño.

“Carboneras” es una suerte de continuación de su anterior libro, “Los niños de humo”, del que ya han vendido más de 6.000 ejemplares. “En la historia oral de las Cuencas las mujeres siempre han quedado un poco olvidadas por el relato oficial de sindicatos y huelgas mineras”, explica Zapico, Premio Nacional del Cómic, que cree que “siempre que se habla de las Cuencas se habla de los paisanos y no se tiene en cuenta el papel de las mujeres, que fue muy importante”. Por eso se plantea este libro, que comienza a distribuirse hoy mismo y se pondrá a la venta el próximo lunes, “como una reivindicación literaria” del papel de esas mujeres.

Emigrantes asturianos en Argentina.

Zapico se enfrentó a las ilustraciones partiendo de su trilogía “La Balada del Norte”, en la que narra la Revolución del 34. El escenario es el mismo, la localidad ficticia de Montecorvo del Camino. En los dibujos aparecen algunos elementos que están en la trilogía, como la iglesia de Bustiello, un castillete minero de Mieres y algunas localizaciones de Langreo. “El objetivo es que cuando vea los dibujos el lector reconozca imágenes icónicas de las Cuencas”, explica Zapico.

Fiestas patronales. | LNE

Aitana Castaño, que considera que “los dibujos de Zapico son los que hacen que este libro sea único”, ha escrito 15 relatos en los que se traza “una historia coral en la que las carboneras son las protagonistas pero en la que aparecen otros muchos personajes”. Entre esos personajes aparecen el cura obrero, “tan importante en las Cuencas y en barrios de Oviedo Gijón y Avilés”; el tendero, “que apuntaba en épocas de huelga y cobraba cuando podía”, o los emigrantes, “ya sean políticos o económicos”. Una historia que quiere reivindicar a esas mujeres como figura colectiva “que es lo que forja una sociedad”, concluye Castaño.

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