“La mala gestión ha llevado al sector a la agonía”. Entidades culturales de todas las disciplinas artísticas se concentraron ayer en la plaza de la Laboral de Gijón como protesta a la decisión del Principado de cancelar de nuevo en esta segunda ola todos los eventos culturales de la región cuando el sector “jamás ha registrado ni un solo brote”. Piden, además, que los Presupuestos del próximo año incluyan un aumento en las partidas destinadas a la cultura (lo que supondría, dicen, una inversión de “un euro por cada asturiano”) y que la programación de actividades del inicio de 2021 no se limiten a las aplazadas durante estos meses, sino que se compaginen con nuevas citas para compensar las pérdidas acumuladas durante la pandemia.

La cita, promovida por Escenasturias, congregó a alrededor de un centenar de manifestantes en una concentración breve y equipada con su propio protocolo anticovid, pese a que el acto se realizó al aire libre y con un aforo muy inferior al que podría asumir la plaza. A la entrada de la Laboral, una de las organizadoras, al tiempo que repartía pegatinas con lemas de protesta, dispensaba gel hidroalcohólico, y ya en la explanada otro responsable se encargaba de que todos los asistentes estuviesen bien separados. “Por seguridad no se podrán quejar”, bromearon los coordinadores, que recordaron que la afluencia habría sido mayor si no estuviese vigente el cierre perimetral en la ciudad.

En representación de Escenasturias habló Mayra Fernández, miembro actual de la junta directiva. “Escogimos Gijón, la ‘ciudad de la cultura’, porque su propia denominación implica una declaración de principios del Gobierno. Y no nos cansaremos de repetir que ninguno de los espacios actuales han sido foco de contagio”, explicó. La responsable sí agradeció, no obstante, “la apertura al diálogo” mostrado por la Consejería de Cultura, que sí ha facilitado en las últimas semanas que algunas actividades programadas se mantengan en formato online para garantizar un mínimo de ingresos a los organizadores. Pero no es suficiente. Fernández, sin ir más lejos, ha cancelado por tercera vez una función con su compañía, “Luz de Gas”. “Iba a hacerla en marzo en el Filarmónica, pero estalló todo. Después reprogramamos en San Martín del Rey Aurelio y también tuvimos que cancelar. Ahora la teníamos prevista para este día 20, y este último cierre sí que no lo esperábamos”, lamentó.

Todos los asistentes podían poner un ejemplo similar. Carlos Dávila, de “Higiénico Papel”, también reconoce vivir “en un momento de total incertidumbre”. Su grupo ha sido uno de los que sí han podido mantener parte de su actividad con funciones online y alguna grabación suelta, pero “no es lo mismo”. “Nosotros queremos trabajar bien, en serio, sobre todo sabiendo que el sector nunca detectó ningún brote. A día de hoy estás más seguro en un teatro que en tu casa, donde te puedes relajar si recibes alguna visita. En un sector sin contagios como el nuestro, estas medidas son muy injustas”, aseveró.

La concentración contó también con la presencia de Alberto Ortiz, de la Asociación de Profesionales Técnicos Audiovisuales y del Espectáculo de Asturias (Aptaea), que lanzó un discurso similar: “Una política cultural inexistente y una mala gestión han llevado al sector a una agonía que acabará con el cierre de empresas y con trabajadores al paro”. También con la de Rafael Gutiérrez, del gremio de libreros, que incidió en que las peticiones que ahora lanza Escenasturias “no son ayudas, sino compensaciones”. Y con la de Félix Corcuera, del nuevo sindicato del sector artístico. Fue el más tajante: “Nos dejen o no, seguiremos actuando. Actuando en contra de la precariedad, porque no queremos que Asturias sea un mero plató, sino una industria. Cuando todos estábamos en casa, nuestro sector, ya mermado, fue imprescindible”.