“Notes from the Underworld” tiene un incuestionable mérito en tiempos de diversión instantánea a golpe de clic: logra mantener enchufado al espectador en sus casi dos horas de duración en blanco y negro. Reto para un documental que nos traslada a Viena en los años 60, a la Viena oscura, violenta, salvaje, la de las partidas de cartas ilegales y los tiroteos entre bandas. Como todo el mundo tiene una historia, Rainel Frimmel y Tizza Covi explotan las de Kurt Girk, un cantante de folk de cierto éxito en la época, y la de su inseparable amigo en mil batallas Alois Schumetzer, un matón de barrio que tiene un interesante concepto de la justicia y con el que resulta difícil no empatizar. Girk y Schumetzer no se parecen absolutamente en nada. El cantante es un auténtico dandi. Pegado a un traje de seda, no para de fumar e irradia clase. Schumetzer luce barba de tres días, cuida menos la vestimenta y parece mucho más turbio que su amigo.

El documental se basa en entrevistas a los dos y a otros compinches y enemigos de aquellos peligrosos años. Girk y Schumetzer son ahora dos ancianos, viejos y débiles, pero parecen felices. Impresiona la naturalidad con la que abordan la violencia y los dos dejan frases memorables. “Antes la gente estaba más relajada, te liabas a golpes y todo se arreglaba”. Tampoco obvia el documental la crudeza de la muerte y la cárcel, todo ello en un ambiente nostálgico que deja un gran momento para el final. La música actúa de perfecto acompañante a lo largo de toda la función.