El colegio Islas Malvinas, de Patagones (Argentina), fue el escenario de la que está considerada la primera masacre en un centro escolar en Latinoamérica. El 28 de septiembre de 2004, un alumno de 15 años, identificado como “Junior”, acribilló a sus compañeros de clase, matando a tres de ellos e hiriendo a otros cinco. Javier van de Couter recupera a dos de los supervivientes, Pablo Saldías Kloster (recibió tres tiros y perdió un riñón, el bazo y parte de un pulmón) y Rodrigo Torres (un balazo le perforó un pulmón y otro los intestinos y el hígado) para embarcarlos en un viaje de ficción, de cientos de kilómetros, en busca del autor de la matanza. Aunque irregular y un tanto apresurada por momentos, con algunas soluciones de puesta en escena no del todo atinadas, “Implosión” engancha por su convincente representación del trauma, por su acierto al atinar las dudas de los dos protagonistas ante su papel en la tragedia y los motivos reales de su viaje, y por escenas con tanta verdad como esa catártica confesión a sus amigos en un apartamento, próximo ya el destino de su odisea.