Es difícil llenar un teatro vacío, pero más difícil es igualar la potencia de las imágenes del fotoperiodista asturiano Manu Brabo. Dos hitos que ayer consiguió la banda madrileña Toundra, capitaneada por el asturiano Esteban Girón, en el Teatro Jovellanos de Gijón, durante la grabación del videoclip que servirá como clausura del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). La banda de rock –batería, bajo, guitarras...– vistió una selección del centenar de fotografías de Gijón que hizo Brabo para el FICX. Un experimento audiovisual en el que música y fotografía conviven, se complementan y crean sinergias entre sí, que consiguió que las imágenes llegaran a una cuarta dimensión, la musical, saltándose la tercera.

“Es fácil ponerle música a las fotos de Manu porque es un tío muy sentido, con una sensibilidad muy grande y la música que yo hago es muy emocional”, explica Girón en su camerino tras conseguir, tras varios intentos, a fuera de prueba y error, la toma buena. “Yo le pongo música a las fotos de Manu, pero Manu me las pone al pie para rematar a portería”, zanja.

El proyecto nació hace unos meses, cuando Brabo le propuso musicalizar sus imágenes. Pero el germen se plantó hace muchos años, los que llevan de amistad. Y ese feeling compartido se nota. “Yo desde pequeño quise ser periodista de guerra y terminé siendo rockero, y Manu siempre quiso ser rockero y acabó siendo fotoperiodista de guerra”, resume Girón con certeza.

Esteban Girón rasguea concentrado su guitarra. | FICX

El rockero recogió el guante que le lanzó el fotoperiodista y comenzó, ya durante el confinamiento, a mandarle maquetas, en base a las cuales “discutíamos qué queríamos y qué no”. El resultado es un tema pasional, enérgico, orgánico y potente. Como las imágenes de Brabo. “Es un privilegio que me tienda la mano: le admiro, le quiero”, resume Girón.

“Es una reivindicación de que en tiempo de conflicto es cuando a una gran parte de la población la cultura le puede servir como válvula de escape”, enfatiza Girón, que no duda que estos últimos meses Brabo siguió ejerciendo como fotoperiodista de conflicto, “pero dentro de nuestro país, porque la tragedia estaba aquí”.

También es un llamamiento a “seguir ejerciendo nuestra profesión en tiempos como estos”, aun cuando “es algo distinto, es salirse un poco de los cauces normales de la producción de música para poner banda sonora a una realidad que es Gijón en 2020, que es lo que reflejó Manu”.

Por todo ello, Girón asume que “es una enorme suerte que se me abrieran las puertas del proyecto”, que lleva por título “Adoptado”, “porque Gijón me adoptó a mí”, como adoptó a Brabo. “Gijón es una ciudad abierta que adopta a todo aquel que llega”, apunta el rockero, que acaba de mudarse a la villa de Jovellanos tras tres lustros en Madrid.