Los pases de prensa estaban a rebosar en los viejos tiempos. Críticos y programadores llegados de todo el país se sumergían ya desde las nueve de la mañana en una espiral de proyecciones sin apenas descanso, todo lo más una horita para tomar un pincho reflexionando lo ya visto con algún colega antes de ver la siguiente película y de mandar la reseña a la casa madre. En los tiempos muertos, se aprovechaba para hablar brevemente con algún cineasta, y los más osados, si les quedaba cuerda, acudían de noche a algún concierto. Así se vivía el Festival del Gijón antes de la pandemia. Ahora, el certamen y su público se han tenido que adaptar a un nuevo formato. También los especialistas en cine, que no le quitan ojo al FICX aún en la distancia, y que valoran el esfuerzo de la organización para mantener el nivel de ediciones pasadas y por amoldar la programación al formato streaming.

“La modalidad online me ha permitido cubrir más películas de las habituales” Ignacio Pablo Rico / Crítico de cine

“ Soy partidario del cine y de los festivales en salas, presenciales, pero entre hacerlo y no hacerlo, evidentemente, me quedo con la versión online. La ventaja es que se puede ver desde cualquier lugar, aunque luego las cifras de espectadores haya que cogerlas con pinzas. Los inconvenientes son que se pierde el diálogo, el ambiente, el debate en directo, y no solo me refiero a los coloquios y similares, sino también a la salida de las salas, a los ágapes compartidos, etc. Eso también es un festival. ”, reflexiona Carlos Losilla. Reconocido crítico y escritor de cine (su libro más reciente es una monografía sobre Raoul Walsh), Losilla sigue el FICX desde Barcelona en su condición de programador del Festival Internacional de Cinema D’Autor de Barcelona (D’A).

Ignacio Pablo Rico

“En mi condición de programador”, explica Losilla, “no estoy viendo todo lo que desearía del festival. Me limito por ahora a las películas españolas y, en este sentido, me gustaría destacar la gran calidad de los cortos seleccionados, desde ‘Los ladrillos’ hasta ‘Augas Abisais’, pasando por ‘Heurtebise’, ‘Forastera’ o ‘Una revuelta sin imágenes’”. “Son piezas”, continúa, “aparentemente muy distintas entre sí, pero que tratan temas comunes: la memoria, la personal y la histórica, y cómo pueden llegar a imbricarse, una de las cuestiones cruciales que atraviesa el cine contemporáneo. En este sentido, me gustaría recomendar especialmente un largo que también transita esos caminos: ‘Vaca mugiendo entre ruinas’, de Ramón Lluís Bande”.

“En esta versión online se pierde el diálogo, pero es mejor que no hacer el festival” Carlos Losilla / Programador y crítico

Ignacio Pablo Rico, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, cubre el festival para la revista especializada “El Antepenúltimo Mohicano”. En su caso, explica que su paso por los festivales suele limitarse “casi estrictamente” al visionado de películas. “No tengo la costumbre de asistir a ruedas de prensa, apenas he pasado por un par de conciertos en el FICX –aunque ambos los disfruté mucho–, y solo acudo a esos coloquios que me interesan de manera especial. Cubrir certámenes in situ, como este celebrado en Gijón, para mí tiene dos valores primordiales: la posibilidad de disfrutar del cine en pantalla grande y la alegría por salir de mis rutinas habituales”. Con todo, Rico precisa que la modalidad en streaming, especialmente al estar tan bien organizada como ha sucedido en el FICX, le otorga gran libertad para seguir el festival: “me ha brindado innumerables facilidades a la hora de cubrir más películas de las habituales, y no cabe sino agradecer la excelente calidad de las copias que hemos podido disfrutar”.

Manu Yáñez, crítico en “Fotogramas” y el diario “Ara” y director del portal especializado “Otros Cines Europa”, es otro habitual del FICX: no se pierde una edición desde 2003. Desde Barcelona, reconoce vivir la de este año “con la tristeza de no poder gozar de la siempre inspiradora experiencia colectiva que supone asistir al festival, compartiendo debates y vivencias con otros compañeros críticos y con los responsables de las películas presentadas”.

“El alma del FICX está en las calles de Gijón, pero su compromiso cinéfilo pervive” Manu Yáñez / Crítico de cine

“Considero que las películas conforman siempre el corazón del festival, pero su alma está tanto en sus salas como en la calles de Gijón, escenario de discusiones, siempre amigables, que han marcado profundamente mi visión del cine”, revela Yáñez, que destaca de esta edición los filmes de Bande, Kelly Reichardt (“First Cow”), Matías Piñeiro (“Isabella”), la película epistolar de Meritxell Colell y Lucía Vassalo (“Transoceánicas”) y apariciones como las de Fon Cortizo (“9 fugas”) y el crítico Javier Tolentino (“Un blues para Teherán”) .

“Por suerte, la llama cinéfila del festival, su compromiso con la vertiente más independiente y autoral del cine mundial, sigue viva gracias al importante despliegue online”, añade Yáñez, quien confía en retornar a la salas en próximas ediciones. Como también Rico y Losilla, que reclama a las autoridades “un cierto respeto hacia lo que estas iniciativas representan para la ciudadanía”, lo que podría pasar por alguna declaración de “excepción cultural” para celebrar este tipo de certámenes (con las pertinentes medidas de seguridad sanitaria), y reivindica el trabajo “esencial” de los responsables del FICX, a los que dedica su “más sincera enhorabuena” por su capacidad de adaptación a un nuevo modelo.