La pandemia del coronavirus va a provocar "un más que probable retroceso" en la lucha contra el VIH por el "severo efecto" que está dejando en los servicios sanitarios y en la prevención del virus del sida, según advierten los expertos.

En la víspera del Día Mundial del Sida, el Grupo de Estudio del Sida (GeSIDA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), indica este lunes que, si bien estos efectos no se conocerán de forma más concreta hasta el próximo año, un estudio internacional constata la reducción de pruebas diagnósticas de VIH.

El estudio citado por GeSIDA, realizado entre servicios sanitarios y de prevención de 34 países europeos, entre ellos España, entre los pasados meses de marzo y agosto, muestra que el 95% de los encuestados dijo haber realizado pruebas a menos de la mitad del número esperado de personas durante los primeros meses de la pandemia.

Tendencia que continuó, aunque en menor grado, durante el verano, cuando las medidas para hacer frente al coronavirus eran menos estrictas en la mayoría de los países, explica GeSIDA en un comunicado.

Con la segunda ola y las nuevas restricciones de movilidad establecidas, los expertos creen que la situación "puede ser similar" a la de entonces.

Y es que "en infecciones crónicas como el VIH, el diagnóstico y el tratamiento retrasados pueden tener consecuencias a largo plazo" no solo para los pacientes sino también para los avances globales conseguidos contra el virus, según el presidente de GeSIDA, Esteban Martínez.

Por eso, este grupo de expertos insiste en "no bajar la guardia" porque si cada año en España se contabilizan 3.500 nuevos diagnósticos de casos del virus del sida, "el efecto del coronavirus puede propiciar que crezcan en los próximos meses".

Y uno de los ámbitos que a juicio de los expertos "más puede notar" los efectos de la pandemia de la covid-19 es la prevención, como el caso de la profilaxis preexposición, la PrEP, que en España "había comenzado a funcionar pero ha quedado como una cuestión secundaria o incluso paralizada".

Donde España "más necesitaba mejorar" antes de la pandemia era en el diagnóstico para alcanzar los objetivos marcados de ONUSIDA del 90-90-90: 90% de la población con infección por el VIH diagnosticada; de ellos, el 90% en tratamiento antirretroviral, y de estos últimos, el 90% con carga viral suprimida.

En este sentido, indica que según el último informe elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, casi un 87% de las personas el virus conocería su diagnóstico, lo que deja un 13% de personas que no saben que tienen la infección.

De las personas que viven con VIH y conocen su diagnóstico, un 93% están en terapia antirretroviral y un 90% de estas tendrían carga viral suprimida, con lo que en estos dos objetivos se habrían alcanzado.

GeSIDA hace hincapié en que es "importante" garantizar que la respuesta a otras enfermedades infecciosas no se vea comprometida por la pandemia del coronavirus e insta a tomar como ejemplo la estrategia de respuesta frente a la COVID-19 en cuestiones como la realización de test o rastreos de contacto para aplicarla a la lucha contra el VIH.