La firma estadounidense Moderna va a solicitar de forma inmediata a Estados Unidos y Europa la autorización para comercializar su vacuna contra la covid-19, que en los ensayos clínicos ha mostrado una eficacia del 94,1% y del 100% a la hora de evitar casos severos. “Creemos que nuestra vacuna proporcionará una herramienta nueva y poderosa que puede cambiar el curso de esta pandemia y ayudar a prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muertes", aseguró en un comunicado el director ejecutivo de la compañía, Stéphane Bancel. También ayer, Rusia recibió el visto bueno de la Comisión Europea para empezar a administrar su vacuna, Sputnik V, con una eficacia del 95% según sus creadores, de forma “limitada” y “temporal” en Hungría, pese a no tener aún la autorización de la Agencia Europea del Medicamento y dada la situación de urgencia.

Moderna, que ya había adelantado el pasado 16 de noviembre resultados de los ensayos clínicos de fase 3, ha confirmado la efectividad de la vacuna y se convierte en la segunda empresa estadounidense, tras Pfizer, que solicita autorización de emergencia para empezar a vender su producto, al que ha denominado mRNA-1273.

Si no hay problemas durante ese proceso de aprobación, se espera que las dos vacunas puedan empezar a administrarse este año. En el caso de Moderna, las primeras inyecciones podrían administrarse a partir del 21 de diciembre.

Moderna reclutó a más de 30.000 personas para participar en su estudio, en el que a unos voluntarios se les administró la vacuna y a otros un placebo. Constató 196 casos de contagio con covid-19, 185 en pacientes que habían recibido el placebo y únicamente 11 en personas vacunadas; 30 desarrollaron síntomas severos y una persona murió, todos ellos dentro del grupo del placebo, por lo que Moderna atribuye a su vacuna una efectividad del 100% a la hora de evitar los cuadros clínicos graves.

La compañía biotecnológica destacó que la eficacia de la vacuna es “constante” en los distintos grupos de edad, raza, etnia y género y que, aunque se realizan continuas revisiones, “no se han identificado problemas serios”. Las reacciones adversas más comunes, según Moderna, son dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, fatiga, mialgia, artralgia y dolor de cabeza.

La vacuna de Moderna se coloca, como la de Pfizer y su socia alemana BioNTech, en la antesala de la aprobación para su salida a la venta. Pfizer espera poder fabricar 50 millones de dosis en lo que queda de 2020 y 1.300 millones más en 2021, mientras que Moderna afirma que tendrá 20 millones listas para ser usadas en Estados Unidos este mismo año y que producirá entre 500 y 1.000 millones a nivel global el próximo, y para ello contará con la empresa suiza Lonza y con la española Rovi en el proceso final de manufactura.

Las dos vacunas utilizan tecnología de ARN mensajero, una técnica que permite usar el mecanismo de generación de proteínas de una célula para generar la respuesta inmunológica deseada contra virus como el SARS-CoV-2.

La de Moderna tiene la ventaja de no requerir las temperaturas por debajo de los 70 grados bajo cero que necesita la de Pfizer, lo que abarata y hace más accesible su transporte y almacenaje. Sin embargo, su precio de venta podría ser algo más caro que la de Pfizer y muy superior al de la vacuna que desarrolla la farmacéutica AstraZeneca con la Universidad de Oxford. Esta última, con una eficacia del 90%, según ha comunicado la empresa, será gratuita durante la pandemia, y en los países más pobres indefinidamente.

Moderna, fundada hace diez años y con más de 1.200 empleados, aún no tiene ningún producto que haya sido aprobado para su comercialización. El anuncio de ayer disparó en Wall Street las acciones de la firma, con una subida de más del 16% al inicio de la sesión y que, tres horas después, continuaban disparadas por encima del 17%. Las acciones de Moderna ya habían acumulado una subida de un 560% en lo que va de año.

La OMS aconseja evitar en Navidad los centros comerciales “abarrotados”

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, recomienda a la población evitar reuniones entre distintas familias durante esta Navidad y aconseja no acudir a centros comerciales “abarrotados”. Advierte de que lo avanzado se puede perder “rápidamente”, añadiendo que “todos queremos estar junto a las personas que amamos durante los períodos festivos, pero estar con la familia y los amigos no vale la pena si les exponemos a ellos, o a nosotros mismos, al contagio”. Tedros Adhanom Ghebreyes ha instado a los ciudadanos a seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias de sus países. Aconseja, como norma general, que las fiestas se celebren entre personas que viven en el mismo domicilio. En caso de que haya invitados de fuera, recomienda que las reuniones se hagan al aire libre, con mascarillas y manteniendo la distancia de seguridad. Aconseja priorizar las compras por internet o acudir a las tiendas o centros comerciales en horarios menos concurridos. “Si no puede celebrar con normalidad la Navidad este año, haga un plan para celebrarla una vez que sea seguro. La pandemia terminará y todos tenemos un papel que desempeñar para conseguirlo”, ha declarado. “Tenemos que conservar la esperanza y la solidaridad”, ha concluido. En España, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, hicieron patentes ayer sus diferencias ante las aglomeraciones en el centro de la capital el pasado fin de semana, en el que coincidieron el alumbrado navideño y las ofertas del “Black Friday”. Almeida (PP) asegura que el dispositivo de seguridad del distrito centro “funcionó” y ha dicho que “no va a pedir que la gente no vaya al centro, sino que se tenga precaución”. Sin embargo, Villacís, de Ciudadanos, ha manifestado su preocupación y ha pedido a los ciudadanos que “tengan mucho más cuidado”. ”Todo el mundo iba con mascarillas, la gente está ya muy sensibilizada, pero se pueden cometer errores”, ha advertido.

Sanidad registra 19.979 casos y 401 muertes el fin de semana

El Ministerio de Sanidad contabilizó ayer 19.979 nuevos positivos de coronavirus en España desde el viernes, que elevan la cifra total a 1.648.187, con una incidencia acumulada de 275,51 casos por cada 100.000 habitantes. El número de fallecidos asciende ya 45.069, lo que supone 401 más desde el pasado viernes. Según los datos notificados a Sanidad por las comunidades autónomas, la presión hospitalaria en toda España por la covid se sitúa en el 11,85 %. El 26,74 % de las camas UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) está ocupada por enfermos de coronavirus. Por autonomías, el País Vasco es la que más nuevos positivos diagnosticó en las últimas 24 horas registradas, 363, seguida de Galicia, con 249 casos, y Cataluña, con 245.