La igualdad salarial entre hombres y mujeres sólo se cumple en el papel. Y es que según la ley 8/1980, de 10 de marzo, del Estatuto de Trabajadores, “el empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo igual el mismo salario, (...), sin discriminación alguna por razón de sexo”, dice el artículo 28. Pero en la práctica no es así. En todos los sentidos. La diferencia de salario entre hombres y mujeres crece entre los detalles, algunos tan sutiles que pueden pasar desapercibidos hasta a las que los sufren.

Las estadísticas no mienten. Según el Ministerio de Trabajo, en España las mujeres cobran un 22% menos que los hombres. ¿Por qué? “Uno de los motivos es lo que denominamos la segregación ocupacional”, explica Begoña Cueto, licenciada en Dirección y Administración de Empresas, doctora por la Universidad de Oviedo y miembro del grupo de investigación de economía laboral.

Esa segregación es la sobrerrepresentación de mujeres en trabajos peor pagados: todos los relacionados con el cuidado o la limpieza de interiores. La de exteriores –con más complementos–, apunta la experta, “está más masculinizada”.

La Encuesta de Población Activa (EPA) de 2019 reveló que más del 90 por ciento de las personas que trabajaron a tiempo parcial porque necesitaban “disponer de más tiempo para cuidar a personas dependientes” fueron mujeres. Entre los hombres, destaca Cueto, “la mayoría de los que trabajan a tiempo parcial no lo hacen por voluntad propia”. Así que, en muchos casos, los niños llegan con una reducción de jornada –y la consiguiente reducción de sueldo– debajo del brazo. 

Muchas mujeres también renuncia a las cenas de empresa o a quedarse a trabajar hasta tarde. Y es ahí, según los expertos, donde más se consolidan las redes sociales. Unas redes en las que los hombres “están más vinculados”, apunta Cueto. Y ahí una razón para el “techo de cristal”: La dificultad para acceder a los puestos de mayor responsabilidad. El Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge que, en 2019, el porcentaje de mujeres en el conjunto de consejos de administración de las empresas del Ibex-35 fue del 24,7%. Aún insuficiente. Pero no todos son malas noticias: es una tasa trece puntos superior a la registrada en el año 2012. Hay más: subió un punto y medio respecto al ejercicio anterior. 

Desde el Instituto Asturiano de la Mujer del Principado de Asturias se trabaja para tratar de coser esta brecha salarial con diversas iniciativas y actividades, encaminadas a conciencia a la sociedad de la necesidad de su involucración para intentar frenar este tipo de injusticias sociales.