El Ministerio de Cultura hizo público ayer que intervino para modificar el proyecto de la obra de consolidación del Chao Samartín, en Grandas de Salime. Y que llegó a un acuerdo con el Principado para que la Administración autonómica incorporase sus indicaciones a fin de “garantizar” que las intervenciones previstas en este castro “respeten los criterios de conservación y restauración que establece la legislación española”. Del mismo modo explica que, con dicho acuerdo, se pone fin a la incoación de un expediente “de expoliación”, que ahora ha sido archivado.
“La intervención del ministerio se produjo después de que varias asociaciones dedicadas a la defensa del patrimonio histórico denunciaran algunas propuestas recogidas en el proyecto arqueológico del Chao Samartín, que podrían constituir un caso de expolio por la pérdida de los valores histórico-artísticos del castro prerromano, declarado Bien de Interés Cultural”, explica el propio ministerio, que aportó esta información a través de una nota de prensa.
En el comunicado también se da a conocer que técnicos del ministerio realizaron varias visitas al yacimiento, a partir de las cuales se elaboraron los informes “para la incoación de un expediente de expoliación, que ha quedado archivado tras aceptar la consejería de Cultura las prescripciones y recomendaciones del ministerio”.
Pese a los términos de la propia nota ministerial, tanto desde la consejería de Cultura como desde el Ayuntamiento de Grandas de Salime se sostiene que no hay nada nuevo en el hecho de que se traslade que el proyecto incluyó las prescripciones dadas por el ministerio. De hecho, sostienen, estarían incorporadas desde hace ya tiempo al proyecto de consolidación firmado por los arquitectos Jaime Represa y Silvia Ollacarizqueta y aprobado en pleno por el Consistorio de Grandas de Salime en el año 2017.
Tanto la consejería como el alcalde grandalés, Eustaquio Revilla, restaron ayer importancia a este pronunciamiento del ministerio que, según incidieron, solo recoge lo acontecido hasta la fecha y no modifica la tramitación en curso.
En concreto, desde la dirección general de Cultura se señaló que “no habrá más cambios” respecto a un acuerdo que ya se conoció en julio entre las administraciones local y autonómica, el mismo que rige las condiciones para desarrollar la actuación en el castro. El regidor grandalés, por su parte, se mostró aliviado con el pronunciamiento del Ministerio de Cultura. “Esto solo corrobora que el expediente por expolio está cerrado y que esta consolidación se hace con todas las garantías y eso es bueno”, dijo Revilla, para quien, irónicamente, el castro “es el más estudiado de toda España”.
El expediente de expolio se abrió tras una denuncia presentada por varios arqueólogos, entre otros, quien dirigió las últimas y más importantes campañas de excavación en el Chao, Ángel Villa Valdés, el presidente de la Asociación de Conservadores y Restauradores de España, Fernando Carrera Ramírez, y el presidente de la Asociación Profesional de Arqueólogos, Conservadores y Museólogos de Asturias, Rubén Montes López. Los tres informaron de graves defectos en el proyecto de restauración, al punto de permitir destrozos y daños en el material excavado.
Plan cuestionado
La materialización del proyecto de consolidación firmado por los arquitectos se valoró en 740.294 euros. Su contenido, por la forma en que se pretendía afrontar la histórica actuación, los materiales que planteaba utilizar y las intervenciones presuntamente exógenas (como hacer un mirador), entre otras, siempre fueron cuestionadas por un grupo importante de arqueólogos de todo el país.
En la polémica llegó a mediar el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que rechazó de plano y en su totalidad el proyecto. Finalmente, la Comisión del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias estudió el proyecto. También supervisó la ansiada consolidación el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura. Los cambios que planteaba el ICOMOS fueron finalmente aceptados por el Ayuntamiento de Grandas de Salime que, según el Alcalde, nunca pretendió hacer algo contrario a la mejor preservación del yacimiento.
