Con un toque futurista, con rascacielos más grandes que los que se puedan mostrar actualmente, pero con esa sensación de intentar trasladar a ese escenario al espectador, para invitarle a jugar e imaginar su propia ciudad, el grafitero Raúl Gil “Niño” ha presentado su obra “Nenópolis” en Gijón. Se podrá visitar en el Espacio Astragal, en el Conseyu de la Mocedá, hasta el próximo 29 de enero. “Son ciudades imaginarias, soy muy de meterme en la historia, me imagino a la gente caminando por las aceras y me gustaría que entrase un poco en ese juego la gente”, cuenta el artista.

“Nenópolis” representa seis ciudades, en un estudio de volumen, “con líneas rectas y curvas haciendo formas de edificios”, recalca su autor. “Lo que a priori sería sobrante también forma parte de la ciudad y la exposición”, subraya a continuación.

“Niño” intenta recrear ese proyecto futurista de ciudad, de crecimiento incontrolado. “Es un poco ver hacia dónde van las ciudades, con esos superedificios, con un millón de personas casi viviendo en uno solo de ellos”, reflexiona.

A sus 37 años sigue disfrutando del grafiti con la misma pasión con la que empezó hace dos décadas. “Al principio hice un poco como todo el mundo, pintando en vías del tren o fábricas abandonadas”, recalca. “Pero como muchos otros he tenido inquietud por el dibujo y la pintura siempre. Hago más cosas”, recuerda. Cada dos años, en el Conseyu de la Mocedá expone un trabajo propio, y además participa en otros colectivos junto a Asociarte.

Con este nuevo proyecto, “Nenópolis”, intenta también aportar su granito de arena para que la imagen del grafiti sea reconocida como se merece. “Se ha avanzado, no es como hace veinte años cuando empecé, pero los grafiteros seguimos sin ser bien vistos ni valorados”, lamenta Raúl Gil. “Se tiende más a reconocer el muralismo, por parecer más vistoso”, apunta, antes de añadir una reflexión: “La gente al mural lo ve un poco como un retrato pintando y dice también que un grafiti es guapo, pero que no le gustan las letras. Ahí está el problema, porque, en realidad, su origen es eso, es su seña de identidad”, apunta el artista, que ha presentado “Nenópolis”, su última obra.