Karin Ohlenschläger, directora de actividades de LABoral, salió esta mañana al paso de las críticas por la gestión del centro cultural y sus cuentas deficitarias, asegurando que la labor de difusión que se realiza desde el macrocomplejo cultural de Gijón "no se puede medir en términos cuantitativos, sino cualitativos", y lamentó que "se siga hablando de 2007 cuando estamos en 2021 y lo importante ahora es poner el foco en lo que somos: un espacio abierto al futuro para generar con la participación de los ciudadanos un debate sobre la cultura y la condición humana contemporánea".

La responsable de LAboral quiso poner el foco en lo que se hace, y no tanto en su coste, porque "tenemos que pararnos a pensar en el tipo de actividades educativas y de colaboración que se han planteado aquí, con talleres de formación". Por ejemplo, con respecto a la adquisición de 90 ordenadores "desde el año 2007", puntualizó, "incluso me parecen pocos, porque son equipos que se han puesto a disposición de jóvenes y mayores para formarse, aprender y crear". Ohlenschläger puso de relieve durante la inauguración de la exposición patrocinada por Los Bragales que "la lectura cuantitativa es distorsionada", porque "tenemos que pensar para qué existen estas instalaciones". Además, insistió, "la deuda con el Gobierno estará saldada en dos años; estos proyectos se plantean a largo plazo y para nosotros la taquilla no es un objetivo".