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Pesadilla por una letra de la matrícula: le llegan las multas de otro desde hace dos años

“No entendía nada porque hace más de medio siglo que no voy a Madrid", dice el propietario del vehículo

Antonio Troitiño, ayer en Chapela con su furgoneta, muestra las multas erróneas recibidas. | / RICARDO GROBAS

Una simple letra de una placa de matrícula puede ser origen de una pesadilla de las que se tardan en olvidar. Es el caso de un vecino de Chapela, que lleva casi dos años peleando con recursos y trámites por culpa de una serie de multas que le llegaron desde Madrid por un error en la lectura de la matrícula del coche que cometía las infracciones. Posiblemente por el mal estado de la placa, las cámaras de la capital confundían una de las letras, la “G”, que interpretaban como una “C”, coincidiendo así con la matrícula del vehículo de un ciudadano de Redondela.

“La pesadilla que he vivido en los últimos dos años no se la deseo a nadie, llevo con angustia y casi sin poder dormir desde que comenzó todo esto”, lamenta el afectado, Antonio Troitiño Doval. Este chapelano de 75 años, jubilado de Citroën, recibió en marzo de 2019 un correo certificado del Ayuntamiento de Madrid, ciudad que no pisa desde que acabó el servicio militar en el cuartel de Fuencarral en 1966. Extrañado, abrió la carta y se encontró con una infracción de tráfico por “acceder a Madrid Central sin autorización” con su furgoneta Citroën C-15 de casi veinte años de antigüedad.

“No entendía nada porque hace más de medio siglo que no voy a Madrid y mi furgoneta nunca salió de la provincia de Pontevedra, por lo que supuse que se trataría de un error”, explica. Así, se puso en contacto con su compañía aseguradora, que tiene gestión de multas, y le explicó la situación. “Me dijeron que no pagara y que iban a recurrirla, pero al cabo de unos días llegó otra multa igual y desde Madrid no contestaban al recurso. Ahí empezó mi preocupación”, comenta el afectado.

Las fotos de la infracción remitidas por el Ayuntamiento madrileño mostraban un vehículo, un Volkswagen Polo, que en nada se parece a su furgoneta. Pero ni esa evidencia fue suficiente para resolver el problema. “Cada mes o dos meses me llegaba una multa igual, siempre con el mismo coche con la matrícula idéntica a la mía. Aunque la letra C se notaba algo extraña, pero nada, seguíamos sin respuesta a las alegaciones. Sientes impotencia porque en las fotos se veía claramente que el coche no era una Citroën C-15, sino un utilitario”, indica.

En total recibió ocho sanciones iguales, la última el 5 de octubre del pasado año. Todas por el mismo motivo y calificadas como “infracción leve”, con una cuantía de 90 euros. Y las alegaciones presentadas seguían sin respuesta. Estaba desesperado y no sabía a quien recurrir, así que un día se desplazó hasta la Policía Local de Redondela para contarles el problema y ver si podían ayudarle. “Me dijeron que iban a hacer unas gestiones y en un par de meses han conseguido solucionar la situación”, comenta Troitiño con satisfacción.

Una carta del servicio de reclamaciones de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid reconoce que existe “un error evidente en la captura de la matrícula” del vehículo que accedió a la zona restringida de la capital, por lo que gestionarán ante el Departamento de Instrucción de Multas de Circulación “el archivo de los expedientes sancionadores instruidos al vehículo” propiedad de Antonio Touriño. Asimismo le piden las “más sinceras disculpas por las molestias que hayan podido ocasionar”.

El afectado agradece a la Policía Local su implicación para acabar con este mal sueño. “Siempre estaré en deuda con ellos porque estaba perdiendo la salud por este problema. Se involucraron desde el primer momento y me siento lleno de gratitud por ello”, concluye.

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