“La voz es el espejo del alma; conoces a una persona por su forma de cantar, y los niños deberían hacerlo de forma obligatoria”. Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana Digital el tenor granadino José Manuel Zapata, que estrena el libro “Música para la vida: from Bach to Radiohead”, editado por Planeta, en el que afirma tajantemente que “tan importantes han sido en mi vida los Rossini, Mozart, Puccini o Beethoven como los Perales, María Dolores Pradera, Alberto Cortez o Michael Bolton”.

Zapata, una de las grandes figuras actuales de la ópera, muy ligado a las temporadas musicales ovetenses desde que debutó en el Campoamor, en 2001, mantuvo una conversación con Andrea García Torres, colaboradora musical de LA NUEVA ESPAÑA, que fue desgranando algunos de los temas que el tenor toca en el libro; entre ellos, la forma de abordar la enseñanza de la música en España. “La música es la paria de la educación, y la flauta dulce que se empeñan en hacer tocar a los niños, la tumba de muchas vocaciones musicales”, aseguró el cantante. Zapata confesó su admiración por Luciano Pavarotti, al que llegó a tratar, aunque no tuvo la oportunidad de escucharlo actuar en directo. “Estuve en su casa y era una persona irrepetible, de esas que merece la pena conocer”, señaló.

El artista no habló con tanto cariño de otros personajes del mundo de la música, y denostó la figura del director de orquesta todopoderoso, “una especie que ya va cambiando, pero de la que aún quedan ejemplos”. A su modo de ver, la soprano Maria Callas fue la que mejor supo expresar los sentimientos a través de sus interpretaciones. “Con lo difícil que es hacer algo así a través de los discos, ella lo consiguió”, explicó. El libro, prologado por Roberto Leal, tampoco pasa por alto la soledad de cantantes en la cúspide de sus carreras cuando se apagan las luces del escenario y llegan al hotel, algo que el propio Zapata ha experimentado tras exitosas actuaciones en el MET (la Metropolitan Opera House de Nueva York), y en teatros de medio mundo. “Tenemos que aprender a vender nuestro producto, que es muy bueno, y atraer público nuevo; de lo contrario, será el final del arte”, indicó Zapata, que también ofrece conferencias.