La Dirección General de Cultura y Patrimonio ha solicitado a Liberbank y a la Fundación Cajastur que remita información sobre sus colecciones de arte, incluyendo un inventario de obras, “a fin de valorar la posible inclusión de dicha colección en alguno de los niveles de protección contemplados en la ley de Patrimonio Cultural de Asturias”.

La consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, ha revelado esta petición en respuesta a una pregunta registrada por escrito por la diputada el grupo parlamentario de Izquierda Unida, Ángela Vallina, en relación con la permanencia en la región de la colección de arte de la antigua Caja de Ahorros de Asturias, amenazada por la inminente fusión entre la malagueña Unicaja y Liberbank, entidad heredera de Cajastur.

En su escrito de respuesta, Berta Piñán precisa que la Dirección General de Cultura y Patrimonio reclamó la información a Liberbank y la Fundación Cajastur a raíz de conocer la fusión bancaria, y tras constatar que ninguna de las dos entidades había respondido a un requerimiento anterior, del año 2017, en el que ya se les reclamaba determinada información sobre sus colecciones y un inventario de obras.

Tal y como informó LA NUEVA ESPAÑA en su edición del 2 de enero, la fusión propiciará que la mayor parte de la antigua colección Cajastur, en concreto todas las obras adquiridas antes del año 2000, pasen a ser propiedad del nuevo banco que saldrá de la fusión. Esto se debe a que, tras la creación de Liberbank, la colección se dividió en dos: los fondos anteriores al año 2000 pasaban a ser propiedad de Liberbank, mientras que los adquiridos desde ese año (unos fondos muy inferiores en cantidad y calidad, según algunos especialistas) serían patrimonio de la Fundación Cajastur.

Hasta ahora, esa doble titularidad no suponía una amenaza para que los fondos salieran de Asturias, toda vez que la Fundación Cajastur era la máxima accionista de Liberbank. Pero una vez que se apruebe la fusión con Unicaja, la máxima accionista pasará a ser la Fundación Unicaja, con un 30% de las acciones (el triple que la Fundación Cajastur).