“Existen más virus en la Tierra que estrellas en el cielo; combatirlos es muy difícil porque son tan pequeños que tienen muy pocos ‘targets’ moleculares”. Lo dijo ayer en el Club Prensa Digital de LA NUEVA ESPAÑA el neurólogo ovetense Juan Fueyo Margareto, profesor e investigador en neurología y oncología en el centro oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, autor del libro “Viral”, del que habló en el acto presentado por Pablo Álvarez, periodista de este diario.

“Juan escribió un día en un papel ‘quiero ser el mejor’, y lo ha conseguido porque es profundamente trabajador”, señaló Álvarez, que también tuvo un recuerdo para la madre de Juan Fueyo, fallecida hace unos meses, y para Candelaria Gómez Manzano, la esposa de Fueyo, con la que investiga codo a codo.

El investigador, al que le gusta denominarse “viroterapeuta”, entusiasmado porque ayer mismo recibió la segunda dosis de la vacuna del covid-19, agradeció las menciones y aseguró que ha llegado a ese momento de su vida en el que habla con los muertos “y me reconforta”, en alusión a su madre.

El libro, con prefacio de la asturiana María Neira, directora del departamento de Salud Pública y del Ambiente de la OMS, a la que conoció en otro encuentro virtual organizado por LA NUEVA ESPAÑA, narra la gran aventura científica y humanista de exploración de los virus que han puesto en riesgo la supervivencia de la humanidad hasta la situación actual. Juan Fueyo, descrito por Pablo Álvarez como un “brillante narrador”, explicó que en la parte literaria se inspiró en los libros de Carl Sagan, especialmente en “Cosmos”. “Hay funciones de nuestro cerebro reguladas por proteínas de origen viral. Vivimos en una niebla de virus. Están en nuestra piel, en todo nuestro cuerpo; controlan la energía del mar, están en la selva infectando a animales”, señaló Fueyo para dar idea del inmenso poder de esos microorganismos que han causado enfermedades mortales como la viruela y pandemias como la actual. Un pato infectado en Tailandia es un peligro para un vecino de Pumarín. Hemos creado un mundo global proclive para los virus”, añadió el científico, quien alertó del hipotético peligro de que un cadáver de un fallecido por viruela pudiese infectar de nuevo a seres humanos.

“La vacuna nos da esperanza”, aseguró Fueyo, que criticó la diferencia con la que gestionan la pandemia científicos y políticos. “A Trump negar la pandemia le ha costado el puesto”, señaló. También advirtió que para que la vacuna funcione y sea realmente efectiva debe recibirla todo el mundo.