La tramitación de ley de igualdad de trato, conocida como “ley Zerolo”, ha supuesto la ruptura de unidad de voto entre PSOE y Unidas Podemos. Los socialistas lograron sacar adelante ayer su propuesta en el Pleno del Congreso, pero lo hicieron con la abstención de sus socios en el Gobierno. Es la primera abstención de los morados ante una iniciativa socialista desde que suscribieron el pacto de gobernabilidad.

Con ello, se confirman que los dos integrantes del Gobierno no han reconducido sus diferencias sobre esta proposición de ley, que ha enfrentado al Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero con la parte socialista del Ejecutivo.

Los morados no desvelaron su abstención hasta después de intervenir en el Pleno del Congreso, donde llegaron a hablar de “deslealtad”, al presentar una iniciativa sin el refrendo del departamento que dirige Montero.

El diputado de Unidas Podemos Ismael Cortes reprochó al PSOE que actuara de manera “unilateral” frente a un proceso dialogado y conjunto de seis meses y afeó a los socialistas enterarse del registro de la iniciativa bajo la denominación de la “Ley Zerolo”. “Se desvirtúa en el fondo y en la forma el pacto de coalición”, recriminó el parlamentario.

Pese a todo ello, la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, negó que exista una “competición” con Podemos y asegura afrontar con “paciencia” las noticias sobre desavenencias entre los socios de Gobierno, aunque admite que deberían quedar en el “ámbito privado”. En todo caso, sostiene que la coalición goza de buena salud.

Desde Unidas Podemos argumentaron que el sentido de su voto obedece a que varios grupos parlamentarios han manifestado que la tramitación de la ley de igualdad de trato “no puede suponer el bloqueo” de la ley LGTBI y la ley Trans en el Consejo de Ministros. “Las tres leyes son imprescindibles para un país que avance y proteja los derechos en materia de antirracismo, derechos LGTBI y de las personas trans”, subrayaron.

Unidas Podemos quiso aclarar que su abstención no impide el trámite de la proposición de ley de los socialistas, lo que según ellos sirve para “evidenciar una vez más la voluntad de llegar a acuerdos en relación al paquete legislativo antidiscriminatorio completo, que incluye las tres leyes tal y como establece el acuerdo de Gobierno”.