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El trabajo “más redondo” de Armesto

El gijonés inaugura en marzo “Donde el camino se hace línea”, su cuarta exposición con Marlborough en Madrid, y se prepara para presentar nueva obra en septiembre en el Bellas Artes

Armesto, trabajando en su taller | Galería Marlborough

“Es la exposición más redonda de mi vida”. Pablo Armesto inaugura el próximo 4 de marzo en la galería Marlborough de Madrid “Donde el camino se hace línea” y cuenta por teléfono, mientras última el montaje, que nunca ha presentado una exposición tan pensada y cerrada como ésta, porque nunca había dispuesto de tanto tiempo para planearla. “Es la más ambiciosa, cuidada hasta el más mínimo detalle”, asegura. Estaba prevista para el año pasado, pero la epidemia de coronavirus la truncó, como tantas otras cosas, así que en todos estos meses Armesto ha podido darle muchas vueltas, hasta haber llegado a tener en mente tres exposiciones. Al final, se quedó con la que dentro de unos días presentará en Madrid y que será la cuarta en la capital con Marlborough. La inauguración será discreta y sin mucho protocolo, ajustada a las restricciones sanitarias. Anda enfrascado en ella y pensando en otra cita importante en su agenda de este año: la presentación de nuevas obras, el próximo mes de septiembre, en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo.

“Nova 354 Grey”. | Galería Marlborough

“Nova 354 Grey”. | Galería Marlborough

En “Donde el camino se hace línea”, el artista gijonés ha reunido 22 obras, en las que avanza y profundiza en el discurso creativo que desarrolla en sus últimas series. Ha añadido algunas piezas dinámicas, en las que ha recurrido al software y a códigos cerrados, para que todas y cada una de las piezas resultantes sean irrepetibles, y también ha incluido “una pequeña instalación interactiva, que trasciende lo escultórico.

“Esta una exposición atípica”, reconoce Pablo Armesto, por las circunstancias, para empezar, pero también por el manejo de algunos elementos nuevos. Ha incorporado por primera vez a su obra la dimensión temporal, explica, y en algunas de las piezas se ha lanzado a explorar el concepto de vacío.

Por lo demás, Pablo Armesto se mantiene fiel a sus principios artísticos. Sus creaciones, tal y como él las contempla, constituyen un acercamiento a “la matemática desde un planteamiento estético, a la geometría de los fractales, la escala grande y pequeña, y todo ello desde el pensamiento científico”. La luz y lo invisible siguen siendo objetos de exploración para él, que se concretan en tejidos luminosos que culminan en formas sencillas y circulares en las que se concentra la energía de la pieza.

“Doble anular 341” | Galería Marlborough

“Mi creación es interdisciplinar”, comentaba ayer mismo el artista asturiano, que a día de hoy se sigue manejando entre la pintura, la escultura y la instalación. Eso es lo que encontrarán quienes se acerquen a su exposición en Madrid: algunas obras de pared, otras de carácter escultórico y una instalación.

Alfonso de la Torre, el crítico que se ha encargado de la redacción de los textos del catálogo de “Donde el camino se hace línea”, atribuye en ellos a Pablo Armesto “un pensamiento exploratorio que ofrece una quietud destilada desde la geometría poética de los hilos de luz que conforman su mundo”.

“Este artista inquieto ha hecho posible reunir lo estable y lo que parece frágil”, observa De la Torre, que cree ver en su obra una tentación de emprender “un viaje entre universos paralelos”.

“Donde el camino se hace línea” permanecerá en la sala Marlborough de Madrid hasta el 17 de abril. Más adelante Armesto participará en la feria Estampa de arte contemporáneo, que está previsto que se celebre en el Ifema de Madrid en abril, con la galería gijonesa de Aurora Vigil-Escalera. En el horizonte, para después del verano, está su cita con los asturianos, en el Museo de Bellas Artes.

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