Durante el confinamiento, la pintora ovetense Marga Sancho se asomaba a la terraza y experimentaba una sensación de soledad de la que no fue capaz de despegarse. “Cuando pude bajar al taller a pintar, estaba muy impactada, no me lo quitaba de la cabeza”, reconoce. Esa percepción de incertidumbre y misterio, de no poder ver mucho más allá, le quedó reflejada en su último trabajo, que recibe el título de “Bruma en tránsito”, y que se podrá contemplar desde el próximo miércoles en el Museo Barjola de Gijón, con el comisariado de Pedro García Durán.

La artista, en los 17 cuadros de esta serie en los que priman los tonos grises, traslada esa sensación de incertidumbre en la que el espectador “no sabe lo que puede existir, se plantea un misterio y todo puede pasar”, apunta, antes de añadir que no todo es inquietud: “También se divisa un poquitín de luz”.

Su primer trabajo en pandemia, no obstante, mantiene su sello. “Se conserva la gestualidad, el colorido y la energía”, relata la pintora ovetense, que tras una dilatada trayectoria, mantiene la misma pasión por seguir creando. “Estoy viva, y tengo que demostrarlo y sentir esa vida. Pintar es algo que me llena. Por eso cuando hay una persona que se queja, aunque tenga motivos, siempre pienso que no podemos andar llorando por ahí, tenemos que leer, caminar, pintar o encontrar un refugio con algo para contar con esa satisfacción”, comenta la creadora.

En este trabajo, Marga Sancho consigue que la monocromía vaya degradándose y conformando espacios bien creados, que le sirvieron para canalizar esa sensación de ahogo producida por el confinamiento. “Cuando hay algo que me impacta en lo personal, tengo que llegar y echar fuera ese sentimiento, dolor o lo que sea. Y lo que vimos fue una experiencia y sensación tan dolorosa, que al final es difícil que no se manifieste en un cuadro”, reconoce.

Con este regreso a una sala de exposiciones Marga Sancho vuelve a saborear la pasión por trasladar el arte al público. “Para mí exponer es una liberación”, afirma la artista, que busca con “Bruma en tránsito” crear un discurso artístico directo y personal, en la que prima la observación y la reflexión. “Para mí la pandemia pudo quitarme de cocinar, que también es un arte, pero no de pintar, que es algo que nunca dejaré”, asegura Sancho. “La obra es rotunda, de las que impactan”, avisa la pintora ovetense a quienes visiten la exposición en el Barjola.