Las torrijas son, sin duda, el postre estrella de la Semana Santa, además de una bomba de calorías. Se trata de uno de los postres más tradicionales de España que nace de la necesidad de aprovechamiento en épocas de escasez y de energía en momentos de debilidad. De hecho, parece que en origen las torrijas se daban como alimento hipercalórico a las mujeres que acababan de dar a luz y que, por tanto, necesitaban un suplemento extra que les ayudase a superar el esfuerzo. [Quizá te interese: consejos para cocinar la torrija perfecta]

Las torrijas son fáciles de elaborar y más gracias a las ventajas que nos ofrecen varios supermercados, como Mercadona o Carrefour, que estos días ofrecen en sus estanterías un tipo de pan especial para hacer torrijas. Este pan para torrijas es un pan con una miga más densa de lo habitual y cortado a rebanadas más gruesas de lo que suele ser normal. El objetivo es que al mojar las rebanadas de pan en leche o vino, las torrijas no se desmoronen y puedan freírse sin problemas.

Pan de torrijas de Mercadona y torrijas congeladas

Además, el pan de torrijas de Mercadona, por ejemplo, ya tiene el aroma de limón y canela que se consigue al hervir estos dos elementos en la leche en la que después se pondrán a remojo las rebanadas. De esta forma, se acorta el tiempo de elaboración de este delicioso postre.

Pero si no quieres ponerte a cocinar, puedes optar por las torrijas congeladas, una de las novedades de la cadena valenciana de supermercados que está arrasando en ventas en los últimos días ya que, a diferencia de otros productos congelados, ni siquiera hace falta freír. Sólo hay que descongelar el paquete durante nueve horas y ya está listo para comer. El resultado, según algunos expertos, es más que aceptable, puesto que las torrijas congeladas de Mercadona quedan jugosas y con una textura buena. El problema, añaden, es que resultan excesivamente dulces. No en vano, se trata de uno de los postres con más calorías de la gastronomía española.